K E L L Y #PGP2022

Capítulo doce.

Frank no había regresado al rancho y no lo hizo en todo el día y parte de la noche. Habían comido, cenado, incluso había visto una película con Chris en la sala de estar.

Había notado que se agitaba mucho al hacer las cosas, no le gustaba la sensación, pero esperaba que fuera normal, iría al médico al siguiente día y se aseguraría de preguntar por ello.

Tomó un baño rápido y se fue a la cama, no había hecho mucho, pero se sentía cansada, en poco tiempo se quedó completamente dormida, por lo menos hasta que sintió que alguien subía a la cama y le quitaba las cobijas.

Abrió los ojos, vio a Frank acomodándose de rodillas detrás de ella, se había quedado dormida de lado. Así que tenía que girarse para verlo. Sus ojos se veían ligeramente rojos y brillosos, sus labios rojos y un poco hinchados. Pero entre todo eso vio un moretón visible comenzando a formarse en su mejilla.

- ¿Qué...?

Se giró un poco, recostándose boca arriba, Frank tomó sus piernas, doblándolas.

- ¿Frank?

La forma en la que la veía comenzó a calentarla, quizás no debería pensar en sexo después de lo que él había dicho, pero lo hacía, sobre todo por cómo la miraba. Él intentó separar sus piernas, pero aplicó un poco de presión para que no lo hiciera.

- Kelly -advirtió en voz baja y ronca.

Estaba mal, lo sabía, ella más que él, porque le excitaba demasiado saber que aún estando ebrio la buscaba.

Frank besó sus rodillas mientras tomaba el resorte de su ropa interior y short para dormir y los jalaba para sacarlos. Permitió que lo hiciera, pero volvió a cerrarlas cuando por fin lo quitó.

- Déjame probarte -susurró, podía ver su erección, firme contra la tela de su pantalón.

Lo dejó hacerlo, sintiendo la humedad extendiéndose. Inmediatamente después que lo hizo, Frank se escabulló entre sus piernas, probándola, las separó tanto como pudo, o mejor dicho, tanto como su enorme barriga se lo permitía. Frank apretaba sus piernas, lo suficientemente fuerte como para dejar marcas, pero no le importó. Mordió sus labios evitando gemir fuerte. Cerró sus piernas y mordió fuertemente sus labios cuando su orgasmo se hizo presente.

Sus piernas temblaban, Frank se había alejado, quitó su camisa, lanzándola al piso, desabrochó sus pantalones, escuchó cómo desabrochó su cinturón, segundos después lo sintió golpeando su humedad, alineándose, hundiéndose suavemente en ella.

- Dios -gimió suavemente, no sentía dolor, de hecho le gustaba, pero era demasiado para tomarlo todo de golpe como él había entrado.

Frank comenzó a moverse, no fue delicado del todo, apretaba sus piernas, sentía sus dedos clavándose en ellas.

Poco a poco se inclinó, mantuvo sus piernas separadas mientras él ponía sus palmas debajo de sus brazos, impulsándose más fuerte. Podía escuchar los suaves gemidos saliendo de sus labios, su respiración agitada. Ella, por su parte, se aferró a las sábanas, disfrutando de la sensación de sentirse llena. Él metió sus brazos debajo de los suyos, alcanzando su cabeza, sosteniéndola firme de sus cabellos mientras entraba y salía con fuerza de ella.

- Me encanta cómo te sientes -susurró él contra sus labios-. Tan mojada para mí.

Podía oler su aliento, Frank había fumado, pero el olor más dominante era el del alcohol, estaba borracho. La besó con fuerza, mordiendo un poco sus labios, gimió contra ellos.

- Frank -rogó, sentía cómo su orgasmo se acercaba nuevamente, fuerte.

Aumentó la velocidad, moviéndose rápido, apretando más sus cabellos. Envolvió sus piernas en él, aferrándose mientras ambos lograban su orgasmo.