*.◦ °◦✯◦°◦ Capítulo 4 ◦ °◦✯◦°◦.*

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Marinette despertó a la mañana siguiente con un terrible dolor de cabeza. No había llorado así en años y probablemente sus ojos estaban hinchados. Distraídamente notó que estaba sola, así como también parecía ser el mediodía.

Había un aroma a comida viniendo de afuera, pero Marinette no tenía hambre. No quería nada más que quedarse así por el resto de su condena.
Se sentía un poco mejor que ayer.
El ayer ahora era el pasado y ya Marinette había tocado fondo, así que esta vez no había de otra más que ponerse de pie.

Ayer le había pagado a Chat Noir con su cuerpo, así que no tenía nada más que hacer con ella. Ahora podría ser dejada en paz para cumplir su tiempo en prisión.
Marinette suspiró, tratando de sentarse.

«Si quieres que las cosas se hagan a tu modo, lo primero que tienes que hacer es ponerte de pie e ir al comedor. »

Además, las sábanas tenían el aroma de Chat Noir, y Marinette no estaba deseosa de respirarlo ni un minuto más.
Ponerse de pie era la solución.

«Pero... ¿Dónde está mi ropa? »

La camisa no estaba en el piso, en donde se suponía Chat Noir la había dejado caer anoche. Así como tampoco estaban sus pantalones ni su sostén. Asomando la cabeza, vio su ropa ordenadamente colgando de las escaleras que daban a la cama de su compañero.

«¡Que hijo de puta tan considerado!»

Ya vestida, Marinette salió de la celda y fue al comedor. Los demás ya estaban ahí y todo parecía seguir como si nada hubiera pasado. Bueno, nada malo, excepto en su caso.

—Vaya, vaya, ya salió de la cama. —Chat Noir escuchó decir a uno de sus amigos. Ladeó la cabeza para ver a la menor bajar las escaleras cojeando. —Estaba seguro que se quedaría en la cama el resto del día.

Chat Noir se alzó de hombros.

—Está llena de sorpresas.

—¿Aún tienes moretones? —Preguntó una de sus amigas, haciendo que Chat se alzara un poco los pantalones dejando ver marcas moradas.

—Heh~ parece que peleó. Bueno~ ¿quieres que Nino trate tus golpes? —Dijo mientras que Chat la miraba.

—Adrien preferiría que su nueva chica lo hiciera. —Alya bromeó y Adrien la pateó por debajo de la mesa de forma delicada.

—Y... ¿qué tal estuvo? —Preguntó Alya bebiendo de su vaso.

—Era virgen, Alya. —Dijo Adrien.

—Desde luego, cariño. Te gusta tener a las inexpertas. Entonces... ¿vas a quedártela? —Preguntó, mientras Adrien miraba a su compañera de celda por encima de su hombro.

—Lo harás, ¿verdad? —Se rió Alya. —¡Te conozco!

Adrien no contestó, solo siguió comiendo con una pequeña sonrisa en los labios.

—Yo también lo haría si fuera tú y pateará con esa pierna. —Agregó al no tener respuesta.

—Ya tienes a alguien. —Dijo Adrien haciendo que el chico al lado de Alya se sonrojara.

«Ah, sí, Nino era demasiado obvio a veces. Era tan divertido molestar al pobre chico.»

Cuando entraron, Alya había decidido juntarse con Alix en una celda y a Nino y Kim en otra, sin saber lo que Nino secretamente deseaba, pero siguió con el plan de Alya de todos modos. No era como que Kim y Alix no fuesen capaces de cuidarse, pero Alya confiaba más en Nino, al pelear, que en ese par. Y bueno, Nino no quería decepcionar a Alya.

(1)  In Your Care (Adrinette) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora