(1) In Your Care (Adrinette) +18

*.◦ °◦✯◦°◦ Capítulo 36 ◦ °◦✯◦°◦.*

Adrien cerró la reja y dio un breve asentimiento a los dos guardias que hacían su usual patrullaje, mientras Marinette lentamente iba a su cama.

« ¿Adrien querría volver a tocarla si supiera que ella de verdad tenía sentimientos por él? »

—¿Estás bien, princesa? — el rubio susurró en su oreja por segunda vez en el día y Marinette salió de sus pensamientos y casi se cae de la cama.

« ¿En qué momento Adrien se le había acercado? »

Una sonrisa surcó los labios del rubio mientras se alejaba un poco y se sentaba a su lado.

—Estoy bien.— Dijo la azabache rápidamente mientras Adrien estudiaba su rostro.

—No te preocupes, yo voy a cuidarte. No te dejaré fuera de mi vista, así que Chloé no tendrá oportunidad de hacerte daño. — Musitó, depositando un rápido beso en la mejilla de Marinette.

—Lamento haber escuchado tu conversación, no era intencional, solo no quería interrumpir y lo único que se me ocurrió fue sentarme afuera. — Marinette se disculpó y Adrien depositó otro beso en su mejilla, justo debajo del anterior.

—Ya lo dijiste. — Señaló con una sonrisa. —Mira, Chloé y su banda y nosotros siempre hemos tenido esta pequeña rivalidad. Después de todo, ¡esos bastardos nos enviaron aquí!

—He estado queriendo preguntarte sobre ello... — Marinette confesó y Adrien la miró sorprendido. —No estaba segura de sí podría, porque no es mi asunto, pero..., quería saber...

—¿Cómo llegué a prisión? — Adrien sonrió. —¿No te he contado la historia entera?

Marinette sacudió la cabeza.

—No tengas miedo de preguntarme cosas. — Musitó, sentándose detrás de Marinette, abrazándola y recostándola en su pecho. —Bueno, ¿por dónde empiezo? Una nada gloriosa noche, Bee y sus chicos, los chicos y yo nos encontramos en un bar.

Estábamos presumiendo, mutuamente, lo que habíamos robado durante las últimas semanas y antes de saberlo Bee me retó. Ya que las bandas mayores habían sido atrapadas además de claro, Ranger8 pero – como recordarás – esa es otra historia, la policía estaba más y más ansiosa por atraparnos. Pensaron que estaban limpiando la ciudad de las bandas como nosotros y por eso Bee pensó en algo para darles donde más les doliese. La primera banda que robara la casa del comandante de la policía, ganaba.

—¿Y ustedes llegaron primero?

—Cuando Bee supo que habíamos hecho el primer movimiento al día siguiente del día nada glorioso, les dejaron pistas a la policía para dificultarnos más las cosas. Terminamos en una pelea y al final tras las rejas. Mientras que ella huía en el deportivo del comandante de la policía junto con todo lo que habíamos robado.

—Eso es jugar sucio. — Dijo Marinette.

Adrien se aclaró la garganta.

—Bueno, dejar pistas a la policía no va contra las reglas en las calles, en tanto no digas el escondite de la otra banda. Eso es considerado bajo. Yo también le he hecho cosas así a Bee y a sus chicos antes, pero ellos salían bien librados.

Adrien acarició los cabellos de Marinette y los colocó detrás de su oreja.

—Es solo un juego, mi cielo. — ronroneó. —Y la prisión, es solo parte de ello. Ninguno de nosotros temía venir aquí, aun cuando sabíamos que no sería un viaje a Las Bahamas. Esto no es el fin del juego.

—¿El comandante logró recuperar sus cosas?— preguntó Marinette.

—No. —rio. —Bee condujo hasta una pendiente. Nosotros delatamos a la banda en cuanto nos interrogaron, para ese momento yo estaba seguro que ella ya había tenido tiempo de seguir en donde nos habíamos quedado y por ello hubo una persecución en auto. Bee no quiso que la policía recuperara nada así que salió y empujó el auto por la pendiente. Después de eso, ellos fueron arrestados porque huían a pie.