N E K O M A

3

Hinata.

— ¡¿Solo puedes saltar hasta ahí?! Puedes hacerlo mejor que eso — Kuroo Tesuro era un capitan bastante demandante.

Salté en el aire, a duras penas logré frenar el remate de mi contrincante. Seguimos así un rato. Con los ojos de Kuro siguiendome sobre la cancha mientras todos los miembros del equipo daban lo mejor para hundirme hasta el cuello. Ni siquiera Kenma se había apiadado, de hecho él había sido probablmente en más sádico. Tuve que saltar, bloquear, rematar, sacar, salvar y direccionar una y otra vez en tan poco tiempo que podría volverme loco.

Todo fue tan rápido que ni tengo idea de como no me desmayé a media cancha después de solo unos minutos.

Con el cuerpo lleno de sudor, la respiracion acelerada y las pulsaciones a mil, dificilmente pude escuchar el silvato del entrenador Nekomata informando que tomasemos un descanso. Kuroo me observó con una ceja levantada y un gesto estoico. La preocupación me invadió al verlo dirigirse al entrenador para tener una charla que no pudiesemos escuchar los demas.

— lo hiciste bien — Inuoka me tendió una botella de agua que tomé con gusto.

— ¿Cuáles son mis probabilidades?

— el equipo realmente no necesita nuevos jugadores y a demás se acercan el torneo y no estas acostumbrado a jugar con nosotros, eso podría estar en tu contra... — especuló el muchacho — sin embargo... a Kuroo-sempai le gusta como juegas, o al menos eso creo, no dejó de hablar en el almuerzo sobre tu ataque rápido y tus saltos dementes...

— hace rato no parecía muy imprecionado — acepté con una sonrisa y una risa algo nerviosa. El solo se encogió de hombro dirigiendo la mirada al capitán y al entrenador.

— es un chico difícil de leer. Pero yo diría que tus posibilidades son... 50/50

— bien, chicos. Los quiero alineados — la voz autoritaria del Kuroo se escuchó por todo el lugar, inmediatamente obedecimos — Aspirante, un paso al frente.

Me dio una de sus miradas altaneras. Esa que lo hacía lucir como un gato callejero dispuesto a desgarrarte el cuello y pasearse por tu cuerpo desangrando solo por entretenimiento.

Di un paso adelante sacando la sádica imagen de mi cabeza.

— has demostrado que... serías de utilidad. Así que felicidades, dejaras de ser un gato honorario para ser un miembro más de nuestro equipo. Bienvenido al Nekoma.

No pude evitar sonreir y mirar a Kenma, quien tenía un rostro de satisfacción.

— muchas gracias. ¡Me esforzare para que no se arrepientan de darme una oportunidad!

— si, si, sin embargo — todo el lugar quedó en silencio tras la mirada sombría del capitan — aún sigues teniendo mucho de un cuervo...  eso significa que debes ganarte nuestra confianza y tu lugar.

— y los gatos son algo orgullosos — asegura Inuoka detras de mi — así que te costara trabajo, colega.

— bien, ¿Qué hacen aun charlando? — la gruesa y amarga voz del entrenador llamó la atención de todos — aún tienen una hora de entrenamiento. Kuroo, has algo con tu grupo de holgazanes.

El mencionado suspiro. Mis ojos no dejaban de verlo, destacaba entre los demás, su postura de brazos cruzados, observando a todos como si buscase algo, un lider nato, un chico con carisma y un físico atractivo, pero que también destacaba por su mirada calculadora.

— bien, a practicar. Hinata, trata de practicar con Kenma por hoy, quiero que te acostumbres a él y él a ti — tocó mi hombro y sonrió, sinceramente, por una vez — lo haces bien, esfuerzate. ¡Oye, Lev, practiquemos tus recepciones con Yaku!