Los Asuntos de Natsu y Juvia

Capítulo 5. La Comida

-Nashu... ¿por qué corres de un lado para otro moviendo las cosas de sitio? -preguntó curioso el exceed observando cómo su compañero murmuraba cosas mientras recogía los objetos que se iba encontrando a su paso.

-Juvia está cerca, la huelo.

-¿Juvia? ¿Vas a hacer otra misión con ella? ¿Te gus...ta? -se burló el gato azul volador.

-¿Eh? ¿Qué dices Happy? -se extrañó el mago- ¡Hoy es el día de la comida! -sentenció con brillos en los ojos.

El ruido de la puerta hizo que el gato se apresurara a abrir, dejando entrar a la maga de agua.

-Happy, Natsu-san, ¿están prepaprados para la comida? Juvia había pensado en llevarlos a un Buffet, allí pueden comer tantos platos como quieran y...

-¡Jushi! -se avalanzó el salamander sobre su compañera, puesto que la palabra "buffet" hizo que se prendiera por completo- ¡Estoy encendido! ¡Vamos a comer!

-Esto... sí...¿podría soltar a Juvia? Si no es problema, claro...

-Oh, perdona -sonrió rascándose la nuca y liberándola del abrazo.

El buffet era un local bastante grande con muchísima variedad de menús, platos combinados, aperitivos y postres.

Natsu decía estar en el paraíso de la comida, hasta quiso hacerle una estatua de fuego a Juvia por llevarlo a ese sitio tan maravilloso. Su euforia era tan contagiosa que Happy no se quedó atrás, al ver una mesa enorme con gran variedad de pescados cocinados de mil formas diferentes, quiso unirse a la causa y venerar a la dama de agua.

A Juvia le agradaba ver la felicidad brillando en los ojos de sus compañeros, se sentía muy cálida y no podía dejar de sonreír. Conociendo cómo se comportaban en el gremio, se vio sorprendida al ver que, a pesar del alboroto, no los largaron del local, ya que su presencia atraía a curiosos que aprovechaban para probar la comida de dicho restaurante.

Cuando ya hubieron terminado de probar todos y cada uno de los platos, Juvia fue a pagar la cuenta, en ese momento Happy y Natsu se hicieron una señal: comenzaba su plan de retos.

Por otro lado, en el gremio, una maga celestial charlaba tranquilamente con una maga de escritura sólida cuando entró bruscamente un mago de hielo albino buscando a su hermano de otra madre.

-¿Cómo has dejado que mi amada Juvia-chan hiciera semejante reportaje con otro? -dijo de forma dramática y con cara dolida hacia Gray.

-Tsk –el moreno lo fulminó con la mirada- número uno: no es tuya; número dos: no le digas "-chan"; y número tres: ¿estás celoso por que lo hizo con otro?

Ver rabiar a su hermano le parecía divertido, sobretodo si ponía esas caras dramáticas, de odio e ira contenida.

-¿Sabes una cosa Gray? Tú también estás celoso, pero yo al menos le digo lo que siento a la cara, aunque sea rechazado –Lyon se dio la vuelta muy digno, con la cabeza bien alta, pero se topó con el dragon slayer de hierro.

-Mi hermana se ha ido con el Salamander a un restaurante y con el gato.

-¿Un restaurante? Ella me dijo que iba a casa de Natsu y que no vendría en todo el día al gremio -soltó pensativa en voz alta Lucy.

-¿Cómo dices? ¿Esos dos van a pasar todo el día juntos? -empezó a molestarse Gajeel.

Justo en ese momento de tensión entre los presntes entró Happy por la puerta acariciándose su barriga con sus patitas mientras esbozaba una sonrisa risueña.

-Buenas tardes Happy-sama, Touka ve que ya comió -le recibió con una tímida sonrisa y una reverencia la gatita.

-¿Es verdad que Natsu-sama y Juvia-sama han comido juntos? -preguntó al borde de un ataque de ansiedad la maga blanca.

-Sí, Juvia nos invitó a Natsu y a mí a comer en un buffet –dijo sin dejar de sonreír- ahora ellos se van a nuestra casa a hacer no sé qué y yo he decidido venir aquí para dejarlos solos...

-¿QUÉEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE? -se pudo escuchar en todo el gremio.

-¿Hacer no-sé-qué? -un moreno con manchas negras esparciéndose por su cuerpo se acercó violentamente al gato- ¿Qué clase de cosa es no-sé-qué? ¿Y por qué los dejaste solos?

-No puede ser –un tic nervioso apareció en el ojo izquierdo de Lyon- la pureza de mi amada Juvia-chan no puede ser corrompida por otro...

-¿De qué mierdas hablas albino? -vociferó Gajeel saliendo justo detrás de los alquimistas congeladores.

-Tú también estás preocupada, ¿no es así, Lucy?

-¿Q-Q-Qué di-di-dices? ¡Anda ya, Levy!

-No puedes engañarme Lu-chan, venga, vamos nosotras también tras ellos –Levy agarró del brazo a su compañera y se marcharon.

-Pfff... -carcajeó Happy sacando un lácrima de comunicación- Chicos ya lo hice, van para la casa. Así que tachad ese reto.