Capítulo 13. El Límite.

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Tras esforzarse por terminar la misión debidamente, consiguieron su cometido y se dispusieron a volver a casa. Pero antes de llegar a la estación, Natsu quiso hablar a solas con Juvia, debía decirle algo muy importante.

-Jushi... tú a mí no me engañas, ¿tú querías emparejarme con la maga blanca, cierto? -se mostró serio, pero no molesto.

-¿Quiere que Juvia le sea totalmente sincera, Nashu?

-Por favor, cuéntamelo todo.

-Bien... Gray le propuso una misión a Juvia, pero a ella no le apetecía, al ver a Blanca-san pensó que sería divertido emparejarla con Nashu... aunque la única "pareja" que salió de la misión fue la gatuna... -suspiró al decir lo último.

-¿Qué? ¿Ya no te apetece hacer misiones con Ojos caídos? -se sorprendió el mago de fuego.

-Es raro, ¿verdad? -suspiró de nuevo- pero Juvia cree que lo que siente hacia él es el cariño y la admiración que se le puede tener a un amigo confidente, aunque no te niego que a Juvia no le importaría "desahogarse" con él... las cosas como son...

-¿Y si no tuvieras la necesidad de "desahogarte"?- el comentario de la chica lo alarmó un poco- ¿Y si hay alguien que está dispuesto a hacer que no tengas que lidiar con eso?

-Juvia no había pensado en eso, ella ahora está más preocupada en los retos y castigos... una vez que acaben... ¿qué pasará? ¿Nashu no querrá ver a Juvia, no hará más misiones con ella, la tratará como si nada hubiera pasado? -se notaba la preocupación de la maga en su voz casi entrecortada.

-Juvia... -Natsu se rascó la nuca un tanto nervioso por lo que le iba a decir, ése era el momento- yo quiero seguir después que todo acabe... no quiero separarme y hacer como si nada... yo... estoy llegando a mi límite...

-¿Su límite? -se alarmó la mujer de la lluvia- ¿eso es bueno o es malo? ¡No asuste a Juvia, por favor!

-Mi límite para controlar mis verdaderos impulsos contigo... por favor Jushi, no me quites de tu regazo en el tren... o me descontrolaré y será peor...

-E-E-Está bi-bien -asintió sonrojada y preocupada- vamos, Juvia usará su hechizo con Nashu.

Así pues ambos magos entraron en el vagón correspondiente al tren que los llevaría de vuelta a casa, para evitar las caras de desaprobación de sus compañeros Juvia fingió quedarse dormida y así tener un viaje tranquilo con Natsu recostando su cabeza en sus piernas.

Llegando ya al gremio fueron recibidos por Erza, Wendy y Lucy, esta última parecía un tanto intranquila, pero pareció calmarse al ver la cálida sonrisa inconfundible de cierto fogoso mago.

Después del merecido recibimiento, Gray quiso hablar a solas con Juvia, aunque para ello tuviera que esperar la sesión de abrazos que recibió la maga por parte de las chicas y su metálico hermano.

-Quiero... decirte algo importante Juv, ¿podemos ir atrás?

-Por supuesto, vamos.

La chica iba delante del mago, al llegar al patio trasero, éste inconscientemente, la abrazó por la espalda acercando su rostro al cuello de ella. a Juvia le sorprendió ese acto, pero por otro lado quiso dejarse mimar un poco y no se apartó.

-Bueno, ¿qué es tan importante? Juvia le escucha atentamente -sonrió sin romper el abrazo.

-Ya veo -sonrió- lo cierto es que... -tomó aire- creo que... he desarrollado sentimientos... hacia ti... no sé muy bien qué son... pero si me pudieras dar una oportunidad para averiguarlo... no sé por qué, pero echo de menos que te declares... que te lances sobre mí... y tengo miedo... tengo miedo de que ya... no sientas lo mismo... -escondió su rostro en el cuello de la chica.

-Vaya... -susurró, aunque él pudo oírla por la cercanía del abrazo- Juvia debe sincerarse con Gray... -suspiró pesadamente- Juvia le mentiría si le dijese que ya no siente nada... pero Juvia es consciente que lo que siente ahora no es lo mismo que antes...

-¿Quieres decir que tus sentimientos han evolucionado, pero no desaparecido? -preguntó con miedo impregnado en su voz.

-Sí... Juvia antes estaba perdidamente enamorada de ti... -sonrió al recordar aquello- pero... ahora siente que sólo quiere tenerlo cerca... como un confidente, alguien en quien poder confiar sin dudar... -tembló del nerviosismo, ya que Gray estaba atento sin hacer movimiento alguno- además... Juvia no niega que ha deseado  en más de una ocasión darse un  revolcón contigo... -se sonrojó al pronunciarlo- pero ahora es diferente, porque si eso hubiera pasado... ella no sería capaz de tenerlo cerca y si no puede tenerlo cerca, no podría tener esa sensación de seguridad, confianza y calma que siente ahora...

-Vaya... -por fin habló- sabes... por un lado me alegro que te sinceres así... por otro me siento triste porque creo que perdí mi oportunidad... me hace gracia que desearas un revolcón conmigo -sonrió al decir eso- pero entiendo tu postura al decir que es mejor así... gracias Juvia... tal vez mis sentimientos no sean amorosos, todavía no lo sé... pero quiero tener lo que me has dicho en cuenta, para cuando sepa exactamente qué es lo que siento -dicho esto le dio un beso en la mejilla y se alejó de ella lentamente, debía aceptar la nueva realidad.

Por otro lado Lucy se decidió a hablar con Natsu, pues ella tenía que decirle todo lo que llevaba guardando desde hace tiempo. Sabía que su amigo no era del tipo que ella esperaba, pero tenía que hacerlo aunque en el fondo supiera que lo que dijera caería en saco roto.

-Bueno Nat, me gustaría comentarte algo realmente importante para mí... -empezó a temblar por los nervios.

-¿Te sucede algo grave Luce? -se preocupó el dragon slayer de fuego al ver el tembleque de ella.

-No, no, es sólo que quiero que sepas cómo me siento... yo... creo que siento... algo... por ti...

-Oh, yo también siento algo por ti, ¿sabes?

-Ah... ¿sí?

-Sí, siento que estoy muy a gusto contigo, como cuando estoy con Happy, sé que no eres un gato, pero la sensación es la misma...

-¿Me estás llamando mascota? -se enojó la rubia.

-¿Qué? No, Happy no es mi mascota -dijo confundido- él es más como un hijo... así que creo que... ¿soy tu padre? -se confundió un poco al tratar de buscar un nombre a aquello.

-¿Pero qué dices Natsu? -preguntó alamarda, esto no era lo que ella quería.

-Ya, ya sé que no soy tu padre, lo que quiero decir es que... soy... ¿tu hijo? -aún no encontraba cómo llamar a eso que sentía.

-¿He pasado de mascota a madre? -la surrealidad del asunto la confundía cada vez más ¿en qué momento pasó todo esto?

-Ya sé -golpeó su frente en señal de haber logrado algo- el sentimiento que tengo es de hermandad -dijo orgulloso- eres esa hermana con la que uno siempre puede contar, a la que le puedes confiar tus secretos, tus dudas... y sabes que siempre va a estar ahí... eso es lo que siento por tí Luigi -sonrió mostrando todos sus dientes.

-Entiendo... -en el fondo se sintió triste, pero analizando las palabras de su amigo, era mucho más de lo que ella hubiera imaginado- me alegro de saber eso Nat, eres muy importante para mi y siempre te apoyaré... aunque a veces quiera golpearte infinitamente, pero eso es por tu bien -sonrió con cariño- por cierto... ¡¡¡ES LUCY!!! -le golpeó la cara.

Los Asuntos de Natsu y JuviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora