Día 23

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Al fin, las esperadas vacaciones.

Eran las 7 de la mañana, Seonghwa me había ido a recoger. En su camioneta metimos mis maletas y muchas golosinas.

El plan era encontrarnos a las 8 en la casa de Yeosang. De ahí partiríamos hacia una playa. Pasaríamos en la playa 2 días y luego iríamos hacia el siguiente lugar.

Los chicos se habían esforzado por conseguir lugares con poca gente, sabían que mi problema regresaría en  cualquier momento.

- Muy bien todos, sólo esperemos a que Mingi llegue y entonces partimos. Mientras, iré sirviéndoles un desayuno.- para nuestra sorpresa, Yeosang era un gran chef y se había tomado la molestia de preparar un desayuno y un almuerzo para cada uno de nosotros.

- San Hyung, Yunho Hyung dijo que no trajeras peluches, ¿Que hace Shiver aquí?- Acusó Jongho.

- Yo no lo traje!, yo seguí correctamente las indicaciones de Hyung. - San se defendió y en cuanto dijo eso, un silencio incómodo se creó en la sala.

Hasta que....

- Oh! En realidad fui yo. Le pedí que no trajera ninguno pero sé que el no puede dormir sin ellos. Así que traje a Shiver.- De inmediato todos los ojos se posaron en Yunho. Unos curiosos y otros agradecidos.

Mingi llegó a la casa sólo unos minutos después. Lo dejamos disfrutar su desayuno y nos metimos a la camioneta de Yeosang.

- Ok chicos, primer viaje juntos!! Esto es fantástico, por favor tomen muchas fotos y videos.

Y así comenzó el primer día de vacaciones, con un viaje grupal hacia una zona privada de la playa.

San y Wooyoung tomaron una siesta en el camino.  Seonghwa y yo sólo nos acurrucamos mientras que los demás iban muy felices comiendo golosinas y gravando el paisaje.

El viaje era de 3 horas, creía que iba a soportarlo, pero de un momento a otro comencé a ponerme nervioso, me sentía atrapado. Los nervios aumentaban a cada momento, el aire me faltaba.

De inmediato me safé del agarre de Seonghwa y abrí la ventana.  Los chicos notaron lo que pasaba.

- Yeosang, hay que detenernos, Hyung no se siente bien.

Acatando la orden de Yunho, Yeosang se estacionó a un lado de la carretera,  Yunho salió y me abrió la puerta del carro. Seonghwa bajó conmigo, me ofreció agua e incluso vació un poco de ésta en mi cabeza.

Poco a poco comenzaba a sentirme mejor. Los chicos me ofrecieron quedarse ahí un rato más, pero sentía que estaba quitándoles buen tiempo de diversión.

- Vámonos, les juro que ya me siento mejor

Los chicos no me cuestionaron, pero sabía que una persona no lo había creído. Sin embargo le agradecía el hecho de seguirme sin decir nada. De todas maneras sabía que si seguía sintiéndome mal, sus brazos serían el medicamento perfecto.

sólo un mesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora