6.- Confrontación

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A la mañana siguiente la primera en despertar fue Mina. Su cerebro lo último que recordaba del día anterior era la conversación que tuvo con Nayeon antes de salir del auto. Probablemente volvió completamente drogada y Momo la había visto, pero poco y nada le importaba la verdad, sólo quería que todo esto terminara, para volver a Japón.

-Buenos días – la voz de Jihyo la desconcentró - ¿Cómo dormiste?

-Bien, creo que dormí un día entero.

-Fue algo así. ¿Siempre eres la primera en despertar?

-Quedé con el horario cambiado desde que mi madre falleció.

-Ya veo.

-¿Café?

-Me puedo servir sola Jihyo, no eres la dama de llaves de esta casa, al menos no más.

-Eso también es costumbre – ambas chicas se miraban mutuamente – ayer llegaste mal – Mina corrió la mirada – la verdad es que no soy quien, para juzgarte, muchas veces también ocupé drogas para sentir algo de "libertad" con la enfermedad de mi madre, pero estoy segura de que tú lo llevas más allá. Nayeon y Momo tuvieron que subirte a la habitación y todo eso. Chaeyoung estaba muy preocupada por ti también, no creo que deberías darle ese tipo de preocupaciones, al menos no a ella, que está a punto de necesitarte a ti y a Momo al 100%.

-Agradezco tu preocupación, en serio. Muchas gracias.

-Si me atrevo a decirte esto, es porque creo que creamos algo de confianza hace 7 años atrás.

-Igual pasaron 7 años – Jihyo sonrió irónicamente – lo siento, no fue mi intención.

-Creo que, si lo fue, pero está bien, no te preocupes.

-Tomaré mi café en el pateo, necesito algo de aire.

-Claro.

Mina caminó hasta el pateo trasero con su café con leche, se sentó en la única silla a la que le daba el sol y prendió un cigarrillo de marihuana. Le encantaba esto, no había algo que disfrutara más que drogarse en las mañanas en ayuna y con un café con leche. Muchas personas podrán decir que es autodestructivo, pero ya no le importaba nada.

-Apaga eso – Chaeyoung pasó por atrás de su hermana y apagó el cigarrillo aplastándolo en el suelo.

-¡Hey! Era la última hierva que me iba quedando.

-Bueno, no nos perdemos de nada entonces – ambas chicas se miraban – ya no soy la niña pequeña de hace 7 años atrás, soy tu hermana menos, eso es verdad, pero creo que tengo una madures emocional muy buena para poder sentarme frente a ti y decirte que necesitas ayuda.

-¿Crees que no lo sé?

-Entonces haz algo.

-Intenté buscar ayuda, pero nada funcionaba. Ninguno me trataba como lo hacía Taeyeon.

-Eso es pura mierda y lo sabes.

-Me da igual lo que pienses.

-Bueno, solo quiero decirte que te necesito limpia para todo lo que se me viene. Serán meses difíciles, en dos días más está la formalización. Te necesito ahí sin ojeras ni marcas en tus brazos o en tu rostro, porque todo lo ocuparan en mi contra.

-Lo sé, lo sé.

-No, no lo sabes maldita sea. No te he visto votar ni una lágrima por Sunmi, ni siquiera te has acercado a preguntarme si puedo dormir, si no sueño con el charco de sangre que vi. Aunque sea pregúntame si de verdad no la maté – Mina simplemente la miró.

A Merced Tuya/ 2da temporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora