16.- Elkie

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Los días pasaban lento en la playa. Las chicas necesitaban relajarse, cerrar ciclos la una con la otra, conversar, sanar y estaba sirviendo. Después de 5 días, se podía ver claramente cómo las relaciones entre Chae y Tzuyu se estaba fortaleciendo cada vez más, lo mismo pasaba con Mina y Nayeon, y no hablar de Sana con Momo. Esas dos salían siempre después de almuerzo, estaban teniendo citas cortas y agradables en un lugar hermoso, lejos de gente y miradas incómodas. Era increíble cómo ambas querían aprovechar cada segundo que pasaban juntas después de esta segunda oportunidad que se estaban dando.

Momo y Sana habían salido a almorzar a uno de los restaurantes más cercanos del lugar. Claramente no era un restaurante de cinco estrellas como los de la ciudad, pero no les importaba, solo se necesitaban mutuamente y eso hacían. La doctora acariciaba el rostro de Sana, la besaba, se sentían cómo si fueran jóvenes nuevamente.

-Realmente han sido los mejores cinco días de mi vida.

-¿Tanto así? – preguntó Momo.

-Sí, sólo fui feliz cuando estuvimos juntas hace 7 años atrás y ahora, el resto del tiempo siento que solo estaba sobreviviendo hasta que el destino no volviera a juntar.

-Es una lástima que nos hayamos vuelto a juntar por una muerte de por medio.

-Lamento mucho lo de Sunmi.

-Todas.

-Era una gran mujer, puedo entender porqué mi madre terminó enamorándose de ella.

-Encuentro que es historia es increíble.

-Lo sé.

-¿Qué crees que pase después de esto?

-¿A qué te refieres?

-Llegando ya habrán pasado dos meses, hay que preparar el juicio, todo.

-Sana, independiente de todo lo que ocurra tu y yo somos una historia aparte – la empresaria sonrió – espero que todas tengamos un mismo final.

-Lo tendremos estoy segura – Sana tomó la mano de Momo - ¿Quieres volver?

-Sí, se está nublando y me estoy muriendo de frío.

-Entonces vamos, porque también comencé a sentir frío.

-Llevemos algo para la cena y compartir con las chicas.

-Probablemente Chaeyoung cocine algo esta noche.

-Es lo más probable,

-Anda, paguemos y vámonos a casa.

En la casa de la playa, Chaeyoung y Tzuyu habían salido a beber una copa de vino tinto cerca de las rocas enormes que habían cerca de donde se estaban quedando. Durante estos 5 días, se habían hecho fanática del atardecer de este lugar. Aunque, para ser sincera, Tzuyu se había obsesionado con sacarle fotos a Chaeyoung mientras el sol se escondía al horizonte bajo del mar.

-¿Qué pasa? – preguntó Chaeyoung.

-Nada.

-No me mientas, estás mas callada de lo normal.

-Sólo te miraba.

-¡Oh! ¿Qué pasa conmigo?

-Me pasa todo contigo Chaeyoung – la ingeniera en informática sonrió y se ruborizó – he estado a punto de mandar la maldita promesa que hicimos, de que no pasaría nada entre nosotras hasta que hablara con Elkie y ni siquiera he hablado con ella. No le he devuelto las llamadas ni los mensajes.

-¿Por qué no lo haces?

-Porque no tengo necesidad de hacerlo. No la extraño – Chae movió su cabeza – es horrible, lo sé. Ella ha dejado todo por mí, me ha esperado cuando estoy de gira sacando fotografías, es la que me espera con la cena lista cuando vuelvo después de meses. Ella siempre se pone en segundo lugar porque soy su prioridad. No sé como sentirme al respecto, no quiero sonar egoísta o una maldita hipócrita y sínica, pero no la amo – Tzuyu hizo una pausa – no sé si alguna vez lo hice.

A Merced Tuya/ 2da temporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora