23.- Tenemos fecha

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Cuando Momo disparó al techo, Minoh se asustó y soltó la manguera que rodeaba el cuello de Tzuyu. La taiwanesa cayó al suelo desmayada por la falta de oxígeno. Momo sabía que la tenía que sacar de acá ahora o moriría. El incendio estaba avanzando.

-imbécil, ¿Crees que eres la única que trae un arma? – antes de que Minoh pudiera sacar su arma, Momo volvió a disparar al techo y Minoh volvió a asustarse y soltó la pistola. La japonesa aprovechó el momento para soltar su arma y saltar sobre el cuerpo de su ex mejor amigo para golpearlo con todas sus fuerzas. Se sentó a ahorcajadas sobre el regazo de Minoh y golpeó su rostro 3 veces. Su nariz se quebró y la sangré explotó en su rostro y pudo notar que el imbécil se había desmayado. Momo se levantó del suelo y corrió a auxiliar a Tzuyu.

-Tzuyu, Tzuyu, soy yo... Momo... Tzuyu – la taiwanesa no respondía – despierta por favor, despierta. Si no lo haces, moriremos en este lugar quemadas – la japonesa comenzó a toser, le hacía falta el aire – por favor... despierta.

-Mo... Momo... Momo – Tzuyu comenzó a hablar.

-Dios estás viva – la japonesa abrazó a la taiwanesa – te sacaré de acá, vamos – Momo se puse de pie y cargo a Tzuyu sobre sus brazos y caminó con ella hacia la única salida que había sido capaz de visualizar cuando entró a la bodega. Sabía que no podía volver por donde habían entrado, ese lugar había explotado por las bombas que Daniel había activado – estamos llegando, sólo aguanta un poco más – Tzuyu apenas podía respirar, estaba luchando para no volver a desmayarse – ya casi bebe, ya... - Momo sintió cómo si le hubiesen pateado el muslo derecho con todas sus fuerzas, pero no, Minoh le había disparado - ¡Ahhhh! – gritó de dolor – ¡Dios! – Tzuyu se levantó como pudo.

-Momo... Momo... no, no me dejes, no me dejes acá – Minoh le había dado en algún lugar que hacía que la pierna de la japonesa comenzara a sangrara rápida y profusamente – Momo...

-Yo... yo... yo...

-¿Creías que te iba a dejar escapar? Idiota, morirán las dos en este lugar. Arruinaron mi vida, la de mi familia, la de mi mejor amigo y ahora pagarán. Acabaste con mi matrimonio, jamás te lo voy a perdonar Momo. Va a ser un gusto terminar con tu vida en este preciso instante, adiós...

Tzuyu tomó el arma que Momo había vuelto a tomar después de golpear a Minoh y disparó tres veces sobre el pecho del ex prometido de su hermana.

La taiwanesa observó como el rostro de Minoh se iba apagando mientras caía desplomado sobre el suelo caliente por el incendio. Tzuyu había quedado en shock, jamás le había disparado a alguien, jamás había asesinado a alguien. Su cabeza daba vueltas en estos momentos y ni siquiera sabía que había pasado con Daniel y el resto de las chicas.

-Tzuyu... - la voz de Momo se desvanecía – tienes... tienes que salir... sal de este lugar.

-¿Sin ti? Olvídalo, Sana no me lo perdonaría jamás.

-¡Oh! – la taiwanesa se acercó al cuerpo de Momo – amo a tu hermana.

-Lo sé, no puedes morir.

-Las dos estamos débiles, no llegaremos, no podremos.

-No te acobardes ahora idiota, recuerda que aposté por ti la primera vez que te vi pelear – la japonesa sonrió mientras podía darse cuenta de que estaba perdiendo la sensibilidad de su pierna derecha – no me falles ahora, sé cómo esa noche Momo, se valiente, se fuerte.

Esta vez, era al turno de Tzuyu de cargar a Momo en sus brazos y tratar de salir del lugar. La japonesa le iba dando instrucciones en su oído izquierdo por donde tenía que salir, el lugar estaba prendido fuego por todos lados. No había salida.

A Merced Tuya/ 2da temporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora