8.- Minoh y Eunbi

354 33 6
                                    

Los días habían pasado muy rápido en Seúl. Momo, Nayeon y Tzuyu tuvieron todo ese tiempo en tratar de arreglar sus horarios de trabajo y comenzar a trabajar en Corea. Momo pidió una residencia en algún hospital y clínica de la ciudad, se supone que hoy día le llegaba la respuesta, pero nada. Mientras lo días iban pasando más y más se estresaba. No podía dejar de pensar en que Taeyeon llegaba en la madrugada, tendría que ir a buscarla y dejarla en su antiguo departamento.

-¿Qué te pasa? – Tzuyu llegó con limonada con menta para las dos.

-Muchos pensamientos.

-Te he visto así estos días, no me he querido meter, porque sé que tienes a Nayeon y te puedes resguardar en ella, pero también la has estado evitando.

-Te has vuelto una buena observadora.

-Debe ser mi profesión.

-Eres muy buena sacando fotos, tengo todas tus revistas en casa.

-¿En serio?

-Claro que sí, Nayeon y yo siempre hemos apoyado tu trabajo – Tzuyu sonrió.

-Supongo que debo decir gracias a eso.

-¿Cómo has estado estos días? No te he visto mucho.

-He tratado de evitar a Chaeyoung.

-¡Oh!

-Sí, supongo que no eres a la única que se le hace algo difícil toda esta situación.

-¿Ocurrió algo?

-La vi besarse con Rosé hace unos días.

-Ya veo.

-Se sintió... se sintió horrible, creí que moriría ahogada, ni siquiera podía moverme.

-No puedo decir que no te entiendo, porque lo hago. Me pasa a menudo con Sana y Jihyo, pero creo que ya lo he estado controlando un poco más. Digamos que tenerlas viviendo en el mismo techo hace que la costumbre se haga presente entre nosotras y duela cada vez menos.

-Ni siquiera me quiero imaginar que pasaría conmigo si tuviera que vivir diariamente con ellas. Lo peor de todo es que Chaeyoung se ve feliz, debería estar feliz por ella ¿No?

-Mmm te puedes dar el lujo de ser infeliz Tzuyu, pero que no dure mucho tiempo – la taiwanesa la quedó mirando – esas fueron las primeras palabras que escuché de Taeyeon cuando comencé mi terapia.

-Es un gran consejo.

-Así es.

-Te he visto esa semana tratando de acercarte a Sana y a Jihyo – Momo sonrió – Jihyo si te habla y hasta se ríen.

-La verdad es que dejaré de intentarlo – habló la japonesa antes de que Tzuyu terminará la frase – Sana realmente me odia, no la juzgo.

-Deberías hacerlo, ella te dañó también.

-Me da flojera pasar mis días odiando a la única chica de la que realmente me he enamorada o debo decir, que sigo amando.

-Somos un desastre – Tzuyu se acomodó en la silla – debería estar pensando en Elkie, extrañándola, pero ahora que estamos lejos lo único que entiendo es que siempre viví en una mentira, porque no la extraño ni la quiero en la ciudad. Quizás no debí tener una relación con ella.

-Tarde para esa reflexión, tarde.

-Lo sé.

-Debo salir – Momo se levantó dándole el último sorbo a su limonado – estaba deliciosa, refrescante.

A Merced Tuya/ 2da temporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora