20.- Minayeon

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Mina y Nayeon entraron al cuarto en silencio. La japonesa no se podía sacar la conversación que había tenido con su hermana hace algunas horas atrás. Momo realmente conocía a Nayeon de una forma que ella no lo hacía, así que escuchó todos los consejos que tenía para darle cuidadosamente. Se dio cuenta de lo mucho que se querían las dos chicas y, aunque aún existía el sentimiento de celos, por haberse perdido años de la vida de Nayeon y porqué las dos la habían traicionado al acostarse, no podía seguir perdiendo el tiempo en esas cosas no, cuando no sabía que pasaría el día de mañana.

-¿Recuerdas lo que dijiste hace algunos años atrás? – Nayeon se sentó en la silla que había en la habitación.

-Sé más especifica Mina.

-Cuando nos conocimos, los meses que vinieron después... recuerdas que me dijiste que yo te había ayudado a salir delante de todos tus traumas.

-Sí, si lo recuerdo.

-Es posible que esos traumas vuelvan en el juicio – Nayeon lo sabía, era consciente de eso – te he notado algo estresada estos días, aunque estábamos en la playa, te veía, y sabía que algo no dejaba tu cabeza en paz.

-Tengo miedo de que muestren tu video, de que haya evidencia de lo que Daniel me hizo a mí, no sé si pueda soportarlo.

-Creo que estando juntas podemos superar cualquier cosa que nos ocurra – Nayeon miró a la japonesa y sonrió – me hiciste mucha falta estos años – la pelinegra no podía dejar de mirar a Mina – había noches en que no podía dormir y las noches de lluvia y tormenta eran lo peor. No podía conciliar el sueño, así que la droga siempre fue la primera opción. Con el tiempo creí que las drogas si me estaban ayudando, pero un día, cuando el efecto se había acabado, traté de acordarme de tu voz y no pude, no pude acordarme – Mina estaba llorando de pie frente a Nayeon – creo que fue la tercera vez en la vida en que sentí el miedo de que no iba a poder volver a ti nunca más. La primera fue cuando terminamos, la segunda no saliste de la oficina de Taeyeon y luego fue esa vez.

-Mina...

-Después de eso te busqué en tantos cuerpos, voces y canciones, pero nada, nada podía hacer que me acordara de tu voz. Hasta que un día robé un celular – Mina sonrió vergonzosamente y Nayeon también – no sé si fue el destino, pero el celular era de una niña que iba a la universidad de Tokio. Recuerdo que corrí como si mi vida dependiera de eso, algo me decía que no tenía que soltar ese celular ni dejar que me agarraran, así que corrí y corrí hasta que llegue a mi departamento. Cuando entré lo primero que hice fue arrancar mi polerón y abrir una cerveza, me senté en el suelo con un cigarrillo de marihuana y desbloqueé el celular que no tenía clase, no tuve que pasar mucho tiempo con el celular en la mano para darme cuenta de que era nuevo. Era mi día de suerte. Pensé en venderlo inmediatamente, lo iba a hacer, pero entonces apreté su página de Twitter y se abrió en su perfil. La tipa estudiaba diseño en Tokio y era fanática tuya.

-No puede ser.

-Es verdad, la tipa adoraba tu trabajo. Solía escribir cosas cómo que quería trabajar contigo, que amaba que fueras tan joven y exitosa, que ojalá pudieras saber de su existencia, pero era obvio que eso no pasaría, porque una chica popular como tú no le presta atención a gente tan insignificante como ella. Lo primero que pensé al leer eso fue que estaba equivocada y que no te conocía.

-¿Qué hiciste después?

-Vagué por su perfil hasta que apareció tu página, no dudé y me metí. Ahí supe que eras diseñadora y que vivías con Momo. Sonreí al ver la foto en Italia de ustedes dos. Realmente pensé que las dos se merecían ser felices, pero entonces apareció un video, mi corazón se detuvo algunos segundos – Mina sonrió nerviosamente – aún puedo recordar la sensación que sentí al darme cuenta de que quizás podría escuchar tu voz nuevamente, después de tanto tiempo iba a recupera un pedazo de mí que se había perdido. Fue... fue un momento único Nayeon. Cuando te escuché hablar, te vi sonreír y me di cuenta de lo feliz que eras no pude evitar llorar y hacerme daño por haberte dejado ir.

A Merced Tuya/ 2da temporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora