7.- 2 meses

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Nayeon bajó las escaleras y caminó en dirección al pateo trasero. Notó que Mina no estaba en el lugar, así que se dio media vuelta y se dirigió a la cocina, al entrar notó que Jihyo sostenía una bolsa de hielo sobre la mano derecha de Mina quien estaba con la cabeza gacha mientras miraba la mesa.

-¿Te duele? – preguntó Jihyo.

-Algo.

-Acá tienes medicina, te harán bien.

-Gracias, no tenías por qué preocuparte.

-Claro que sí.

-No creo que deberías estar con Sana – Nayeon frunció el ceño al escuchar esas palabras – llevas encerrada en esta casa desde que eras pequeña ¿no? Te fuiste cuando tu madre falleció, para luego enamorarte de ella y volver a este lugar de mierda.

-No siento como que haya retrocedido.

-Las dos sabemos que Sana jamás te amará como lo hizo con Momo.

-Lo sé, pero no me importa.

-Mina – Nayeon había hablado por fin - ¿Podemos hablar? – la japonesa miró en dirección a Nayeon y Jihyo soltó la bolsa de hielo.

-Las dejó para que conversen – Nayeon esperó que Jihyo estuviera lo suficientemente lejos, para comenzar a hablar.

-Es de mala educación dar una opinión al respecto de un tema tan importante como la pareja que tiene alguien sin que te lo pidan ¿Sabes?

-¿Qué?, ¿Ahora te preocupa Jihyo?

-Jihyo siempre me ha preocupado, he estado con ella años y créeme, fui la primera en advertirle que estar con Sana no era buena idea, pero está enamorada, así que la dejé vivir la experiencia, cosa que también deberías hacer tú.

-¿Viniste a hablarme de Sana y Jihyo?

-No, pero es bueno ponerte en lugar de vez en cuando – Mina no dijo nada y se tragó los analgésicos que Jihyo le había dejado – sé que debes tener pastillas más fuertes escondidas en algún lugar de está casa ¿Por qué aceptas eso?

-Chaeyoung me necesita sobria, puedo pelearme con todo el mundo, pero no con ella.

-Lindo.

-Lamento la cachetada de hace un rato.

-No lo lamentes, si tu hubieses hecho lo que te hice yo, probablemente ni reacción sería la misma – Mina giró la cabeza hacia su lado derecho y sintió cómo su corazón comenzaba lentamente a acelerarse al notar el perfil de la mujer que tenía a su lado. Lo primero que sintió su cuerpo fue el sentimiento de nostalgia al darse cuanta que ya no era la pequeña Nayeon indefensa de hace años atrás. Ahora era una mujer.

-El cabello corto te queda demasiado bien – Su boca habló mucho antes de que ella pudiera entender el sentimiento. Nayeon giró su cabeza hacia la izquierda para encontrarse con las mejillas ruborizadas de Mina y pensó que era lo más hermoso que había visto en su vida – Lo siento, fue un impulso – la japonesa tragó en seco.

-Gracias Mina – fue lo único que dijo la diseñadora.

-Lamento todo lo que ocurrió, pero no supe reaccionar. Momo no me lo perdonará jamás.

-Momo es incapaz de odiarte Mina, ya deberías saberlo.

-Creo que estaré molesta con las dos por un tiempo más.

-Comprensible.

-Gracias por entenderlo – la japonesa se levantó para dirigirse a su cuarto cuando Nayeon la llamó.

A Merced Tuya/ 2da temporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora