12.- El plan de Chaeyoung

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Nayeon y Mina llegaron al restaurante donde las estaba esperando Taeyeon. La diseñadora sentía, que de cierto modo le debía una disculpa a su psicóloga por haberlas presentado, era algo estúpido su pensamiento, pero no podía dejar de sentir culpa.

-Ahí está – le habló Mina. Había visto a Taeyeon desde que habían entrado al lugar. Estaba sentada en la terraza con vistas al Rio Han. Mina se sentía feliz al ver a su psicóloga, sabía que apenas se vieran a los ojos, Taeyeon sabría algunas cosas por la que había estado pasando.

-Hola, tanto tiempo Mina – la psicóloga se levantó y abrazó a la japonesa con todas sus fuerzas. Mina sintió ganas de llorar y de pedirle perdón por haberle fallado. Era consciente de que ella se sentiría culpable y que pensaría que su tratamiento no había funcionado – creo que tenemos mucho de qué hablar – Mina solo asintió con su cabeza.

-Gracias por aceptar la oferta de venir a almorzar conmigo.

-No podía negarme a eso.

-No me debes nada Nayeon.

-Creo que las dos sabemos que eso es mentira – Taeyeon miró a Nayeon a los ojos entendiendo perfectamente a lo que se estaba refiriendo.

-Lo que pasó entre Momo y yo no fue tu culpa, deja de pensar eso – en instante llegó el menú especial que Taeyeon había pedido para almorzar – me tomé la libertad de pedir, así que yo invitaré este almuerzo y tú el siguiente. Aparte, tengo una cita con una paciente.

-Me alegra saber que ya tienes pacientes.

-Son mis pacientes antiguos.

-Ya veo.

-Ahora... me gustaría hacerles una pregunta a las dos – Mina y Nayeon se miraron - ¿Por qué tienen los labios manchados con sus respectivos labiales? – las dos chicas se volvieron a mirar mientras sus rostros se ruborizaban – siempre fueron adorables.

Después de esa intervención el almuerzo quedó algo incómodo entre Nayeon y Mina, situación que alegraba de cierta manera a Taeyeon, agradecía poder tener algo de risa en su vida después de haber terminado con Momo. Se le ha hecho difícil, aunque no se hayan vistos en dos semanas, no era tiempo suficiente. Necesitaba más tiempo para superarla.

-¿Cómo era tu vida en Japón? – preguntó de la nada la psicóloga a Mina – solo curiosidad, ya sabes.

-No fue de cuento de hagas claramente.

-¿Qué pasó?

-No creo que sea lugar para tener esta conversación – Nayeon sintió la incomodidad de Mina.

-Sólo lo general.

-No estudié como las chicas, encontrar un trabajo sin un título en esa ciudad es una mierda, así que decidí trabajar en un club nocturno, volví a prostituirme y le digo prostitución porque lo fue – Nayeon comenzó a prestar atención a la historia de Mina, era increíblemente doloroso escucharla hablar – cambié completamente mi forma de operar, así que me... yo... me acosté sólo con hombres durante un tiempo, un periodo largo la verdad – Nayeon no sabía que pensar de toda esta información – no podía tocar, ni acostarme con ninguna mujer. Yo... no podía superar mi relación con Nayeon, el dolor que sentía diariamente al recordar como había terminado todo entre las dos fue insostenible. Así que comencé a consumir pastillas y mezclarlas con alcohol. Cada día que pasaba las necesitaba más y más – Mina comenzó a reírse irónicamente – es increíble que aun contándole todo esto sienta ganas de consumir. Podía haber robado algo del auto de Nayeon y comprar lo que me hace falta, pero ¿Cómo podría hacerle eso a la única razón que encontré en la vida para existir? – Nayeon tomó la mano izquierda de Mina por debajo de la mesa – así que creo que te di un buen resumen de la vida de mierda que he estado teniendo. Creo que necesito ayuda, no puedo pagarte aún, así qué...

A Merced Tuya/ 2da temporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora