11.- Una propuesta

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Chaeyoung había ido a la comisaría junto con su abogado mientras que Tzuyu decidió esperar en el café más cercano. Se había dado cuenta desde la noche anterior, que Chaeyoung estaba algo sentimental y nerviosa por todo lo que estaba ocurriendo, quería apoyarla, pero no sabía si lo estaba haciendo de la forma correcta. Después de todo ella misma se estaba obligando a estar lo más cerca posible, pero sin faltarle el respeto a Elkie quien la esperaba en Italia.

Mientras terminaba de beber su café con burbujas decidió marcarle a Elkie, no entendía porque se ponía tan nerviosa cada vez que hablaban, antes no le pasaba lo mismo. Ansiaba con ganas hablar con ella, la extrañaba durante todo el día, pero ahora que estaban separadas esos sentimientos habían disminuido, por no decir desaparecido.

-Que lindo verte – La voz de Elkie la tomó por sorpresa.

-Lo mismo digo.

-¿A dónde estás?

-En un café.

-¿Qué haces ahí? ¿No hay café en tú casa? – Tzuyu sonrió.

-La verdad es que las cosas han estado algo movidas en casa, decidí salir a tomar un poco de aire y acompañar a Chaeyoung a poner una orden de alejamiento – Elkie no pudo obviar el nombre de Chae cuando salió de la boca de Tzuyu - ¿Estás ahí?

-Sí, lo siento, creo que fue la señal – la taiwanesa sabía que no era eso - ¿Cuándo vuelves?

-Tengo que quedarme acá dos meses.

-¿Por qué tanto tiempo?

-En dos meses se realizará el juicio, no nos dejaran salar del país antes de eso. Lo siento mucho.

-Lo entiendo, en serio.

-En serio lo siento mucho Elkie.

-Tzuyu...

-Lo siento.

-Deja de lamentarte tanto, no es tan importante. Te estaré esperando – Tzuyu no dijo nada, sólo sonrió.

-Debo cortar.

-Ok, te amo Tzuyu – la taiwanesa odiaba mentir, pero era necesario.

-Yo igual lo hago Elkie, hablamos.

-Estaba esperando que terminaras de hablar, no quería interrumpir – Chaeyoung estaba frente a ella.

-Lo sé, gracias.

-¿Está todo bien?

-No, pero da lo mismo. ¿cómo te fue?

-Bien, espero que no se vuelvan a acercar a nosotras. La orden de alejamiento también se la puse a Daniel.

-Es buena idea.

-Vamos.

-¿A dónde iremos?

-No lo sé, tengo ganas de manejar.

-Saca ese pensamiento de tu cabeza, no te daré mis llaves.

-¡Oh vamos! Tengo que ir a hablar con Rosé, mientras más rápido se solucione todo, mejor me empezaré a sentir.

-Creo que deberías ir sola.

-Necesito apoyo moral Tzuyu.

-Eso es una excusa.

-Si, pero vamos, tu igual necesitabas salir de esa casa.

La taiwanesa se subió de copiloto a su propio auto y dejó que Chaeyoung manejara mientras ella colocaba la música, bajó su ventana y cerró los ojos intentando relajarse. Era difícil volver a Seúl después de todo. Está ciudad siempre se encargaba de refregarle en la cara su pasado.

A Merced Tuya/ 2da temporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora