CAPITULO 20

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~~CONTANDO ~~

¿Les ha paso que su cuerpo ya está acostumbrado a levantarse a cierta hora? ¿Y que por más que lo intenten no pueden evitar despertar?

Pues así mismo se sentía Dabi esa mañana. Su cuerpo le rogaba que se quedara dormido, más su cabeza solo le gritaba que ya tenía que levantarse. No había razón alguna, solo que ya era hora según su sistema.

Mas flojo y mal humorado, maldiciendo se a si mismo, abrió sus ojos, percatandose que no estaba en su sucio edificio.

No, estaba (ahora que lo recuerda) en casa de su amigo brocoli y que curiosamente al voltear noto que este era el causante de que su cuerpo se sintiera pesado.

El menor estaba abrazado a su brazo con mucha fuerza. Dabi se enternecio al mirarle, pues el chico de verdad parecía un niño pequeño y tierno.

Empezó a ver el resto de la habitación; era un desastre. En una esquina había almohadas, en otra la televisión que ahora sólo mostraba estática, en toda la habitación sábanas esparcidas y los restos de lo que fue su botana.
Y junto a una pared pudo ver el cuerpo del un cenizo que roncaba envuelto como un gusano.

¿Que había pasado ahí?

FLASHBACK

—¡VETE AL DIABLO! — lanzó una almohada a su contrincante. Que nada lento logró apenas esquivar para contracar.
—JODETE— lanzó su pantufla a la cara del rubio que se lanzó al suelo.
Los dos jóvenes se habían envuelto en una pelea por nada más y nada menos que por :las palomitas

Palomitas que ahora se encontraban siendo devoradas por los otros dos que muy calmados veian la película, como si no hubiera dos animales lanzándose cosas de un extremo de la habitación al otro.

—¿Cuando crees que se duerman? —preguntó el ojimorado, metiéndose un puñado de palomitas en la boca sin despegar sus ojos de la pantalla.

— A Bakugo ya se pasó de su hora de dormir y Dabi ya se le ha bajado el azúcar, ya no esquiva las cosas igual de rápido — el pecoso respondió de igual manera, ya sin importarle como los otros dos mencionados terminaban de golpearse al mismo tiempo con las almohadas y caían rendidos.

FIN DEL FLASHBACK


—HEY! — volteo a ver a quien lo patio —¿te vas a quedar ahí bello durmiente? — pregunto Renji mientas seguía cepillados sus dientes rojos.

Dabi se había percatado de que se le había quedado viendo al pecoso. Sentía calor en su rostro pero agradecía que no se le notará y saber manejar bien sus expresiones.

—Callate, lo vas a despertar — contestó serio —además, solo... Solo estaba contando sus pecas —era verdad, se le había quedando viendo para contar sus pecas

—Ja, nunca acabarás, tiene una galaxia en cada mejilla, pierdes el tiempo... Pero... A ver dame espacio.

—Chicos... ¿Ya están... — Inko había entrado a la habitación para levantar a los muchachos. Pero entrando solo vio como tres de ellos estaban inclinados rodiando a su hijo.
Si, tres. Bakugou se había levantado y de alguna manera rara igual se había unido a los otros dos, que con lapicera de diferentes colores marcaban cada peca contada en el rostro del peliverde.
Inko sólo dio media vuelta para salir y cerró la puerta tras de ella.

—Creo que ya está claro... ¿Cuantas contaron?

— En el cuello 60

—En el lado izquierdo 50

Aquel dia... [Dabideku] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora