CAPITULO 37

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~~AYUDITA~~

“Cuando el amor llega a ti lo sabes por que tu corazón lo grita”

*Cuando llega el amor….

¿Grita tu corazón?... ¿El corazón grita para empezar? O ¿somos nosotros lo que gritamos?

No, tal vez es una metáfora… ¿Pero por algo será no?.
¿Tal vez sea algo como figurativo?.*

—CUIDADO— un grito lo saco de su trance. Pero ya era tarde, la tapa de basura dio en su cara causando que cayera al suelo.
Otra falla más y era la 4 en el entrenamiento.
Chizome se acercó a el para levantarlo como si fuera un muñeco de trapo.

—¿Estas bien? — pregunto dejándolo parado en el suelo. Apenas se sostenía pero asintió. El hizo lo mismo para luego darle un palmadas, que juro que podría sacarle los sesos con un poco más de fuerza.

—¡¿Que mierda te pasa?! Has estado así durante estas semanas y hoy mas que nunca pareces un zombie sin ¡cerebro! — le grito mientras se soba  el golpe y Shinsou reía a lo bajo.

No puede poner queja o excusa.
Tenía razón, había estado pésimo en los entrenamientos, no podía ni siquiera mantenerse en un ritmo decente y Shinsou le alcanzaba y rebasa en todo. Ya se lo habían dicho y aún así su cabeza seguía en las nubes.

Y como no estarlo ¡si lo beso! Dabi lo ¡beso! Y aunque intentara actuar normal después de eso, se le hacía difícil mantener su mirada. El era como siempre, no había diferencia y durante todas esas tres semanas no ha mencionado el tema y el menos.

Pero hoy…. Hoy lo había vuelto hacer, ¡le dio un beso!
Aunque agradecía que fuera en la frente, su salud mental no hubiera podido con otro beso.
Le había dado un beso en la frente de buenas noches, o esa excusa dio. Y le dejó ahí parado como si nada.
¿Por qué lo hizo? Nunca lo había hecho antes.
Pero lo había dejado al pequeño más confundido.

—Vamos, ya es tarde y tienen clases mañana — dijo Stain dando de vuelta.

—Hoy — corrigió Shinsou — ya son la 1… —
El mayor rodó los ojos. No sabía de qué se queja si las ojeras ya las tenía antes de conocerlo.

Ambos jóvenes esperan que aparezcan sus portales para volver a casa, una rutina que ya tenían bien establecida. Esperaban arriba de un edificio mientras su maestro acababa con algún héroes o maleante. Agradecía que no los matara..
Almenos no con ellos cerca.

Izuku miraba la ciudad desde el barandal del edificio, veía pocas luces prendidas y veía con alegría como, aún siendo finales de septiembre la gente más fanática empezaba a decorar las tiendas con temas otoñales o de Halloween.
—Shinsou… — Izuku llamó al peli morado, al no recibir respuesta se acercó a él y puso una mano en su hombro. Pues acostumbraban a ponerse audífonos para ignorar los gritos y suplicas de las presas de su maestro.

—¿Que pasó Midoriya? — preguntó sacándose un audífono intentando ignorar al hombre que estaba siendo atacado.

—¿Tu que piensas de los destinados? — le preguntó mientras se sentaba a su lado.

Shinsou ladeo su cabeza intentando comprender si era chiste o era en serio. Pero la mirada de Izuku le hizo saber que era una pregunta seria.
Entre cerró sus ojos fijando su vista en el cielo nocturno.

Aquel dia... [Dabideku] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora