Aquel dia... [Dabideku]

CAPITULO 27

~~CURANDERA~~

La luz entra a por la ventana haciendo aún más luminosa la habitación blanca donde estaba. Las cortinas blancas se movían por el poco viento y en la habitación entraba el calor agradable de la temporada.

Dabi observaba desde la puerta todo a su alrededor, veía las camas, las sillas, las cortinas, el programa de televisión que se notaba que era pésimo, las demás personas ahí; pero sobre todo veía como Inko sentada leía un libro mientras la enfermera terminaba de colocarle todo lo necesario para iniciar la primera quimioterapia. Como le dio una cálida sonrisa a la enfermera junto con un “gracias” y ella se retiro, pero también indicándole que el debía de salir también.

Quería estar con ella, pero ella se había negado que pagara tanto por una habitación personal, después de todo solo estaría ahí un tiempo y volvería a casa si es que todo iba bien.
Se acercó a ella y poniéndose en cuclillas la miró a los ojos.

—¿segura que estarás bien? — preguntó tomando su mano.
Asintió con su ya característica sonrisa tierna.
A su pesar la enfermera lo esperaba para salir, había más pacientes y no podía incomodarlos.

Resignado se despidió de Inko con un beso en la frente (costumbre que tomó del pecoso) y está le deseo bonito día. Ella estaría un largo rato ahí y el tenía ya planes.

Saliendo del hospital se detuvo un momento para mirar todo, pensar y analizar su siguiente movimiento.

Iría a buscar a esa sanadora, era mejor empezar de una vez, así Inko no tendría que sufrir por las quimioterapias.

Sus pasos entonces se dirigieron hacia la ubicación que le dieron.

No tardo mucho, un viaje en tren y listo, ya estaba frente de esa casa. Se había quitado el maquillaje y ocultado bajo su capucha. Ella ya sabía que iría así que tocó el timbre mientras golpeaba el suelo con su pie.

Un “Voy” se escucho al otro lado y unos segundos después abrió la puerta una pelirosa con ojos verdes.
Le dio paso y el entró. La siguió hasta donde le indico y lo sentó en una mesita donde le ofreció un café que aceptó por cortesía.

—¿Entonces tu eres Dabi? Eres más guapo de lo que decían — le dijo sin apartar su vista de él — me llaman Sumi.

—Un gusto, Sumi — contestó tomando del café que le sabía a alcohol.

Ella pareció notar su gesto de sorpresa y hecho una leve risita —Tranquilo, tiene poquito Wiski, quería… Aligerar el ambiente un poquito — Dabi sintió como esta le acaricio la mano sobre la mesa y rápidamente la aparto. — Jum, no seas así… — infló sus cachetes, Dabi levantó una ceja intentando guardar su disgusto. Ella soltó el aire y su postura cambió a una seria. — Pero bueno, empecemos.
La chica empezó con una serie de preguntas. Desde cual era la dolencia, la gravedad, terminó médico, si seguían tratamiento, edad de la paciente y la última que dejó a Dabi pensando.

—¿Qué es de ti? — se formó un silencio.
¿Qué era Inko de él? Nada. La madre de un niño que detuvo de cometer suicidio.
No tenía ningún deber con ella, ni responsabilidad, ni deuda ni nada que lo atara a aquella familia.

Pero el sentía algo por ella, por la peliverde. No la veía como una mujer normal, como una extraña. Sus cuidados y amor le hacían sentir bien, que encajaba con ellos, que no era mal visto y todo eso.
Se sentía en familia con ellos y sabía bien que ellos lo sentían parte de la familia.
Una buena familia.

—Es… — rompió el silencio mientras voltea a ver el techo — es como una madre

Madre… Sus pensamientos fueron a aquella mujer que lo vio crecer y un dolor en su corazón se hizo presente sacándolo de su viaje.

—Awwww que bonito — dijo enternecida — entonces… ¿Harías lo que sea por ella? — preguntó mientras se levantaba de su asiento.

—Por algo estoy aquí— su vista aún estaba en el techo.

—Mmmm eso es interesante — Dabi entonces la volteo a ver, su tono de voz fue muy inesperado, le estaba dando la espalda buscando no se que en un cajón. Y como si ella pudiera ver el sentimiento que su tono seductor le provocó continuó. — No suelo aceptar casos de cáncer y menos tan avanzados o propagado como los de ella. Me cuesta mucho — Dabi abrió sus ojos,. Eso era malo — pero…

—¡¿Pero que?! — impaciente se levantó y le dio la vuelta a la chica para que lo viera.
Lo que no esperaba Dabi es que ella lo tomará para darle un beso. Beso del que se separo inmediatamente.

—Pero puedo hacer una excepción por ti~ — lo miraba provocativamente de arriba hacia abajo mientras se mordía un labio — Claro… Si tanto quieres que te ayude — soltó una leve risita.

Dabi apretó sus puños, sabía que la mujer cobraba dependiendo de la enfermedad y bien le dijeron que el cáncer le costaría mucho. Pero no esperaba eso.

La chica esperaba su respuesta dando vueltas alrededor de él tocándolo con la punta de sus dedos, como una fierra esperando devorar a su presa; así ella esperaba que ojiturqui bajara su guardia y le permitiera proceder con las intenciones que tuvo desde que lo vio parado en su puerta.

Dabi estaba confuso. Pero al final… Cedió. Calmo su semblante y le sonrió leve. Ella rápido sonrió y le dio un beso abrazándolo del cuello. Sorprendido por que no esperaba que lo quisiera en ese momento tardo en corresponder el beso.

Abrió su boca dejando entrar la lengua de la chica que apasionadamente seguía con el beso. Dabi se obligó a relajarse, tomó a la chica de la cintura y la apego más a él. Cerró los ojos y se ordenó a sí mismo a imaginar algo bonito.

La chica le mordió el labio antes de empezar a besarle el cuello. Dabi aprovecho y estiró su brazo suficiente para alcanzar el café y tomarlo de una esperando que tuviera suficiente wiski para ser más llevadero el trabajo.

Sentía un entrepierna reaccionar a las caricias de la pelirosa y se maldijo. Pero ya no había marcha atrás, había empezado con el plan y el no les daría la espalda, menos a Izuku. No dejaría que le quitaran lo que Izuku más amaba.

Tomó aire y empezó a corresponder a las caricias de la chica, haciendo que esta se emocionada aún más y se abalanzara más. Ato sus piernas a sus caderas y empezó a restregarse en el chico.
Dabi solo la tomó y la llevó donde ella le indico estaba su habitación.

Ya había hecho eso varias veces, en la gran mayoría nunca estaba en todos sus sentidos. Y esperaba que en esta tampoco estarlo.

Solo tenia que coger y ya. Tenía que hacerlo rápido pero dejarla feliz para que no se opusiera.

Pensó en algo agradable, en algo que lo hiciera desear estar ahí. En alguien con quien sí quisiera estar. Alguien que si quería, alguien de bonitos ojos y cabello… Mierda.

Ya luego va a tener que resolver eso.

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Bueno. Este cap era para el sábado. Per estoy feliz por que actualizaron un Fic Shindenki 💜
Pero enojada por qué no encuentro el documento de mi otro fic :c y he querido actualizarlo.
Tengo que reescribir el capitulo y me molesta eso. Pero ahhh resignación.

Es corto, pero espero les guste 💙