Capítulo 25: Gin and Sherry

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"Tú no sabes lo que duele la distancia, porque tú nunca has estado sin mí."

Anónimo.

Ai

Mientras volvíamos de la escuela Shinichi y yo descubrimos el auto de Gin, a pesar de mis quejas él plantó un transmisor en el auto, pero Gin lo encontró y mi identidad fue descubierta, al escuchar los planes de ese hombre, Conan corrió al Hotel Haido y yo por miedo a que le ocurriera algo fui tras él. Shinichi llamó a la policía con su verdadera voz, pero durante las diapositivas de presentación una lámpara cayó desde el techo y un hombre murió, terminé secuestrada por "Pisco" y me encerró en un almacén de alcoholes, el detective me hizo tomar Baikal y por alguna razón mi cuerpo adolescente volvió, gracias a eso logré subir en la chimenea.

—Shiho, ¿ya se fueron? —escuché desde los lentes.

—Sí. —respondí entrecortada, recuperando mi aliento.

—Y... ¿qué hay acerca de tu ropa? —me volvió a preguntar el detective.

—Pervertido, por supuesto que estoy vestida, usé el overol que estaba en la habitación. —le contesté aun respirando con dificultad. —También tengo el disquete con la información de la droga... para mí sorpresa ese licor llamado Baikal... me pregunto si tiene alguna enzima que aumente la velocidad del metabolismo celular o algo así.

—No te alegres demasiado, el efecto es sólo temporal, sal de la chimenea antes de que vuelvas a tu forma de niña. —me dijo seriamente.

—Entendido, es justo como Cordelia escapó del pozo. —le respondí divertida. —Realmente me eres útil a la distancia. —volví a hablar soltando una ligera risa debido al cansancio salió más como una queja, me dispuse a subir la chimenea con las pocas fuerzas que tenía. —A propósito, ¿tienes idea de quién es Pisco?

—No, aún no. —lo escuché hablar aburrido, es divertido verlo tan concentrado en un caso. —No hay suficiente información.

Escuché la voz del profesor, pero no entendía lo que decía.

—Ya la había visto pero no hay nada... —volví a escucharlo, no le presté más atención y me dispuse a subir la chimenea.

—Ya salí. —dije una vez llegué arriba, el techo estaba completamente lleno de nieve.

—Gran trabajo, Ai-kun. —me contestó el profesor. —¿Sabes dónde te encuentras?

—Parece que en el tejado de algún lugar. —le respondí con la respiración pesada debido al frío helado. —A todas estas, ¿Shinichi está ahí? —le pregunté.

—Sí, él estaba hablando por teléfono con el Inspector Megure justo ahora, pero él fue deprisa al Hotel. —me respondió Agasa.

—¿Deprisa?

—No te preocupes, conocemos la identidad de Pisco, me dijo que te dijera que va a ir a recogerte pronto, así que esperes allí. —me explicó.

Como siempre tan bueno, Detective.

—No te preocupes, yo no creo que pueda moverme aún, aunque quisiera. —le respondí levantándome lentamente, sentía la nieve caerme encima, y los pies helados por el frío de la nieve.

Cuando logré levantarme sentí un disparo en el hombro, mi sangre cayó al suelo manchando la blanca nieve, tiñéndola de rojo, al darme la vuelta... allí estaba él... Gin.

—Un placer volverte a ver... Sherry. —me dijo amargamente, con su tétrico tono, apuntándome con un arma. —Mírate, sí que estás preciosa, ¿no? —me dijo con una desagradable sonrisa. —La nieve blanca que se esparce entre la oscuridad y ese fogoso color de tu sangre que decora la superficie, esas gafas y ese traje que estás usando como un disfraz patético, no te convienen. —me volvió a hablar sin quitar esa tétrica sonrisa, sus pupilas dilatando locura. —Pero este es el lugar perfecto para la muerte de un traidor, ¿Cierto, Sherry?

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