Capítulo 31: Ran

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"Es fácil amar a alguien cuando todo es perfecto, mantener ese amor durante los momentos imperfectos es lo que lo hace un amor incondicional."

Karen Berg.

Conan

—Sh-Shiho. —murmuré aturdido, por la mirada tranquila de Shiho y el arma con el que me apuntaba.

—Lo siento, al parecer la crueldad todavía circula por mi sangre. —me dijo con una pequeña sonrisa divertida.

—¿Qué? —pregunté confundido.

—Ah, ¿no lo entiendes? Mi identidad ha sido descubierta, por esa gente que tú llamas "Hombres de Negro" la causa fue el caso en el Hotel de la Cuidad Haido donde nosotros nos encontramos con ellos, nunca me imaginé, ni en mis sueños que otro miembro de la Organización podría estar ahí además de Pisco. —me dijo con una mirada cruel. —Gracias al testimonio de ese miembro la Organización comenzó a sospechar que me encogí con la droga, finalmente esta mañana descubrieron mi localización, pensé que me matarían de inmediato, pero... —siguió hablando subiéndose encima de mi pegando el arma a mi frente. —Me dijeron que si regresaba a la Organización, perdonarían mi traición, pretenderían que nunca sucedió y que continúe la investigación del Apotoxin 4869.

Resoplé divertido al verla encima mío, esa posición la hace ver sexy. —¿Y viniste a matarme por que sé de la existencia de la Organización y de ti?

—Sí, era uno de los requisitos para regresar a la Organización, por supuesto tus padres y ese joven detective de Osaka también van a morir mañana, lo siento, el profesor está siendo un rehén, ahora mismo, lo único que puedo hacer es solo salvarlo a él, pero deberías de agradecérmelo... que te maté primero a ti, así no podrás ver las caras muertas de tus padres y amigos. —me miró con esa mirada de locura que conocía tan bien, no puede evitar dejar que una sonrisa se extendiera por mi rostro, para desconcierto de ella, separó la pistola de mi frente, por lo que lograba ver perfectamente el gatillo.

Unos segundos después, un disparo sonó, aún con eso no pude evitar cerrar los ojos por el ruido, al abrirlos frente a mí había un ramo de rosas, que ella rápidamente quitó para dejarlos en la mesa con un ceño fruncido, estaba por levantarme al haberme liberado para poner las flores en agua, cuando la sentí encima de mí, de nuevo en la misma posición.

—¿Por qué no te asustaste? —me preguntó con molestia, sosteniendo mis muñecas firme con su peso.

Di un suspiró al verla tan eufórica, la miré fijamente unos segundos, su mirada llena de molestia. —Te ves muy sexy. —le respondí divertido.

—¡Esto es en serio Shinichi! —me exclamó molesta acercándose a mí, ¿de verdad no nota lo sexy de la situación?

—Bien, bien. —murmuré tranquilizándola. —No puedes engañarme después de haber visto esa mirada, esa misma actuación antes. —Shiho frunció los labios.

—¿Qué harías...? Si hubiera otro miembro estuviera en esa fiesta. —me dijo seria aflojando su agarre. —Si descubrieran mi localización y el profesor fuera tomando como rehén, yo hubiera hecho exactamente lo que hice ahora.

—¿De verdad serías capaz? —le bromeé.

—¡¡Shinichi!! —me gritó apretando de nuevo su agarré. —Si en realidad eso sucediera, probablemente solo matarían a todos los involucrados conmigo y me los enseñarían a cada uno de ellos antes de matarme, eso te incluiría.

—Ai... por eso estoy haciendo todo lo que puedo para protegerte. —le contesté seriamente, con eso soltó mis muñecas, al hacerlo me levanté, dejándola a horcajadas sobre mi regazo.

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