Hope and Dreams

Capítulo 7: Shiho Miyano

Nuevo cap!! Por fin actualizo a tiempo 🤣.

Advertencia absolutamente seria: capítulo en extremo largo y tierno para empalagarse, leer con tiempo y sin nadie alrededor para no pasar guergüenza con chillidos de emoción.

En galería nuestra hermosa y lista Shiho Miyano, ahhh es muy divertido buscar fanarts por pinterest hay unas ideas tan buenas 😊❤❤

"Mi felicidad tiene nombre, apellido y una sonrisa que enamora".

Anónimo.

Ai

—¿Es que no vamos a tener ningún caso interesante hoy? —habló Genta aburrido, con las manos en su nuca.

—El que tuvimos hace poco en el Estadio Nacional, fue increíble, ¿verdad? —contestó Mitsuhiko de forma alegre.

—Sí, ojalá pasara algo así otra vez. —habló de nuevo Genta.

Estos niños... sería horrible que tuviéramos que sufrir lo de la última vez, por suerte teníamos a Kudo, aunque no sé porque presiento que él es el que atrae los casos.

—Miren, miren. —dijo Ayumi deteniéndose en un local, llamando nuestra atención. —Este salón de belleza al que voy con mi madre a cortarme el cabello. —comentó alegre.

—¿Salón de belleza Midori? —leyó el cartel en voz alta, Mitsuhiko.

—Es que la dueña del salón se llama Midori. —explicó Ayumi algo obvio. —Y también trabaja una peluquera que se llama Mika-san, es buena cortando el cabello y siempre tiene la agenda llena.

—¡Oye, espera un momento Mika-san! —se escuchó un grito cerca de allí, en un callejón al lado del salón de belleza, llamando la atención de todos, en especial del detective que mantenía el ceño fruncido.

—¿Qué pasa ahora? —respondió una voz, en un tono de molestia y cansancio.

—¿Qué estás buscando con todo esto? —habló otra vez esa voz en un tono de represalia.

—Ya se lo he dicho, quiero trabajar en otro salón de belleza. —habló la que supongo y es Mika-san, una mujer bastante joven. —Así que el próximo lunes me marcho de aquí.

—Escúchame, no puedes hacer lo que sé te dé la gana, en primer lugar... —contradijo una mujer de mediana edad.

—Sensei. —interrumpió una chica abriendo la puerta detrás de las dos mujeres.

—¿Qué? —preguntó la Señora algo molesta.

—Es que hay clientes esperándola. —dijo la otra empleada algo incómoda por el trato que estaba recibiendo.

—Ahora mismo voy, así que diles que esperen un poco. —comentó la señora esta vez más relajada.

—Sí. —dijo la muchacha antes de entrar dejando de nuevo a esas dos solas.

—¡No creas que te dejaré hacer lo que quieras! —advirtió la señora antes de entrar por la puerta en donde se fue la otra muchacha.

La joven resopló con molestia volteando para vernos a todos en especial al único rostro conocido por ella.

—¡Vaya, pero si es la pequeña Ayumi-chan! —dijo acercándose. —¿Has venido con amigos? —preguntó lo obvio.

—Mika-san, ¿de verdad te vas a ir de aquí? —preguntó Ayumi de forma visiblemente triste.