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POV TYLER

Mátenlos a todos.

Entonces el infierno se desató.

Vasco nos tomó a mí y a Xavier de la ropa tratando de ocultarnos de los disparos que iban por todos lados.

—¡Luna!

Escuché como Xavier le gritó y safándose del agarre de Vasco salió corriendo detrás de su hermana quien, al empezar el caos ingresó a la fábrica.

Quise ir detrás de el pero me detuvo.

—Ni se te ocurra ir.

—No lo dejaré solo. Además tengo que encontrar a mi hermana.

Saque el arma y la cargue como me habían enseñado mié tras me recargaba un poco en la pared. Vasco nos había llevado a un lado de la fábrica ocultándonos  de los disparos que aún sonaban.

—¿Eres idiota?. En cuánto salgas te dispararán.

No me importaba, lo único que quería era sacar a mi hermana de este infierno y poder largarnos de aquí.

—Por eso vas a ayudarme.

Vasco me miró por unos segundos antes de sacar su arma y cargarla.

Una vez que su arma estuvo cargada sucedió lo que jamás pensé que pasaría.

Me besó.

Vasco me estaba besando.

Me quedé quieto sin saber cómo reaccionar y, antes de siquiera darle un golpe el ya se había separado de mi guiñándome un ojo.

—Tu...que ha...por...be...rayos....que...suce...

Vasco rio ante mi expresión. Sentía mi rostro increíblemente caliente, me está sonrojando.

¡Me besó un HOMBRE y me sonrojé!.

—Esta me la pagas.

Emití sin expresión antes de dar la vuelta y comenzar a disparar a mis enemigos, no tenía una buena puntería así que terminaba dándoles en las piernas o brazos.

Está bien, tampoco quería ser un asesino.

Vasco venía detrás de mi y sin titubear remataba a los que yo hería, pase saliva un tanto nervioso.

No, no tenía porqué sentirme mal, estos hombres habían secuestrado, violado y torturado chicas. No tenía porque tener piedad.

Cargue nuevamente el arma y seguí caminando, los disparos ahora se escuchaban en la parte de adentro de la fábrica. Todo era un maldito laberinto, y debido a ello quise que Vasco se fuera por un lado y yo por otro.

Mientras que nosotros encontrábamos un lugar para cubrirnos de las balas, perdimos de vista a Mike y a los otros. Antes de entrar logré visualizar al francotirador herido, pero vivo.

—No niño, esto no se trata de quién los encuentre primero, es la vida real y esos idiotas incluyendo a tu padre no dudarán en meterte un tiro en la cabeza si te ven. Así que vamos.

Sin tener nada que replicar lo seguí.

El olor a basura y a muerto dominaba el ambiente de la fábrica, no quería saber para qué borras cosas las ocupaban eso malditos.

—Mira. Esto es de Mike.

Dijo Vasco agachándose mientras yo veía detrás de mi vigilando que no viniera algún enemigo. Cuando se levantó me mostró una pequeña caja metálica que traía encima una palabra

Cicatrices del Pasado © (CC #2) | CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora