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Estaba molesto, realmente molesto.

¿Cómo los hombres podíamos ser tan idiotas y miedosos?.

No me cabía en la cabeza como una persona que dices "apreciar", le puedas decir semejante estupidez.

Me encontraba en el nuevo departamento de Tyler sentado frente a el con el seño fruncido evidentemente molesto. Mi cuñado/amigo se encontraba con las piernas encogidas nervioso ante mi reacción.

Acababa de terminar de contarme lo que había sucedido aquel día en que salió con Vasco a un antro.

-¿No dirás nada?. -Me preguntó en un susurro.

-Nada que no sepas.

El asintió triste.

Suspiré y gruñí molesto.

-¿Qué harás Tyler?. No puedes seguir detrás de una persona así.

-¿Porqué crees que me mudé?.

Asentí.

-Creo que fue lo mejor Ty, si ese cucho realmente te quiere ten--

-No me quiere. -Dijo con voz temblorosa. Lo miré triste. -El mismo me dijo que amaba a Miles, Jon, contra eso yo no puedo ni quiero hacer nada. Suficiente mierda pasé con el cabrón de Christian como para meter a otro idiota a mi vida.

Negó y yo solo lo pude mirar confuso y triste. No me gustaba ver a este Tyler, no me gustaba como sus ojeras se hacían más notables, ni ver el desastre que había en su nuevo departamento, y mucho menos ver cómo retrocedía el duro caminó que recorrió para descubrir su sexualidad.

Era lunes y nos encontrábamos en su departamento por el accidente que tuvo en la mañana, papá decidió que se tomará el día porque como zombie no ayudaba a nadie.

Y aunque ahora se encontraba un poco mejor por las constantes llamadas que ahora le hacía su hermana, aún estaba algo decaído.

-Me tengo que ir pero en la noche te vengo a ver, ¿De acuerdo?.

-Esta bien.

-¿Te sigue doliendo?. -Señalé su enyesado brazo.

-Ya no, parece que el medicamento ya hizo efecto.

-Esta bien, te veo en la noche.

-Adios.

Cerré la puerta detrás de mi y una vez que estuve en recepción fui a mi carro para ir a la empresa que estaba a unos pocos minutos.

Quería hablar con Mike, mi tío.

Aún teníamos una plática pendiente, junto con mi padre.

Habíamos esperado a que todo estuviera calmado antes de meternos en otros temas un poco bruscos, y aunque en un principio me molestó Micha me hizo entender que era lo mejor en mi situación.

Ahora que ya no tenía que ir diario a mis citas se me hacía raro tener un tiempo libre. Sobre todo por como mi padre me traía en la empresa.

Dejo mi auto en el estacionamiento que es solamente para gente que trabaje aquí y subo al elevador que va a llevar al piso de las oficinas.

Cuando llego saludo a Axel quien inmediatamente me deja pasar.

Es imposible no reír al ver a Mike quitarse la corbata y unas mangas negras y arrojarlas a un lado.

Aún cuando la puerta está abierta doy dos toques.

-¿¡Qué!?. -Grita molesto. Rio sin poder evitarlo

Cicatrices del Pasado © (CC #2) | CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora