Ocho

Sexto Día

Capítulo anterior:

Una pequeña sonrisa apareció en su rostro mientras se volvía a mirar en el espejo.

Si los poderes estaban apareciendo en su interior quizás había algo de esperanza para ella, quizás ella saldría victoriosa en donde Yuri fracasó y lo más importante, si había hablado con ella una vez, podía volver a hacerlo y esta vez no sería de improvisto, sino que ella misma la llamaría.

Tenía que hablar con Jisoo urgentemente, necesitaba esa ouija a toda costa y nada ni nadie iba a detenerla.

Capítulo 29: Sexto día

Después de aquella extraña aparición en mitad de la noche, Lisa había conseguido dormir por fin. Parecía que después de ello su cuerpo y mente habían conseguido relajarse lo suficiente como para hacerlo, aunque fuesen escasament horas, eso era mejor que nada. Pero aun así, a pesar de haber dormido esas horas, su rostro seguía su evolución hacia el desastre. Ojeroso, pálido y demacrado, ya ni siquiera era capaz de camuflarlo bajo una capa de maquillaje, todo parecía imposible de esconder y se dio cuenta de ello en cuanto posó un pie en la cocina y tanto su madre como su padre la miraron con los ojos abiertos totalmente sorprendidos y preocupados.

-¿Te encuentras bien cariño? –preguntó lentamente Marco.

-No he dormido bien –murmuró, en realidad no era una mentira, solo que no les estaba contando los motivos de su insomnio.

-¿Solo es eso? –indagó su padre frunciendo levemente el ceño mientras la evaluaba con la mirada.

-Si papá, tranquilo –aseguró fijando su mirada en el zumo frente a ella.

Era evidente que no la creía en absoluto pero el hombre prefirió no seguir insistiendo dando la evidente de necesidad que tenía Lisa por no contarles que es lo que le pasaba.

-¿Es por esa novia tuya? ¿Jennie? –preguntó de repente Judy, se ve que ella no pensaba lo mismo que su marido.

Esas palabras fueron pronunciadas justo cuando Lisa se decidía por fin a beber aquel zumo de naranja recién exprimido que su madre le había dado y como secuencia de escucharla automáticamente se atragantó atravesándole aquel zumo por el conducto que no debía.

Después de varios minutos tosiendo intentando recomponerse y su padre golpeando su espalda para calmarla, cosa que no conseguía en absoluto pero él seguía intentándolo, consiguió respirar con normalidad.

-¡No es mi novia! –se quejó en cuando pudo volver a hablar.

June se encogió levemente de hombros.

-Como sea que lo llaméis en estos tiempos –dijo de manera despreocupada- ¿Es por ella? –insistió.

-No mamá… -dijo derrotada- No es por ella.

-¿Quién es Jennie? –preguntó Março confundido.

-Es esa chica tan mona de la que te hablé –dijo rápidamente June antes de que Lisa pudiese incluso respirar - A la que Lisa mira como una tonta enamorada –añadió consiguiendo que su hija se tornase de un color rosáceo automáticamente.

-¡Ah! Si, ya recuerdo –mordió un trozo de tostada- ¿La has invitado al cumpleaños de tu madre? –preguntó frunciendo ligeramente el ceño mientras la señalaba con el tenedor.

Lisa no pudo evitar girar los ojos antes de responder.

-Sí, mamá ya ha insistido en ello –se calló durante un segundo fulminando con la mirada a June – repetidas veces –añadió.

-Perfecto –dijo él ilusionado- Quiero conocer a esa chica –sonrió ampliamente.

-No sé por qué presiento que me van a avergonzar mucho ese día.