—Hey —Se acercó al rubio quién ya la esperaba parado en la esquina de una cuadra con la mirada perdida.
—Buenos días, Annie —Saludó el chico que parecía distraído.
—Buenos días, ¿Amaneciste bien ayer luego de la fiesta? —Preguntó notando que consiguió su atención.
—Oh, si; Mikasa me contó que me llevaste con ella cuándo ya debías irte, gracias por eso, si me hubiera quedado sólo estando ebrio quién sabe qué estupidez habría hecho —Pensó un momento y luego preguntó:— No hice una estupidez mientras estaba contigo, ¿O sí?
Annie decidió guardarse el beso y los comentarios de príncipes y princesas para sí misma— No, tranquilo, sólo me contaste algunas anécdotas de tu niñez.
—¿Enserio?, No lo recuerdo —Se lamentó el rubio mientras comenzaban a caminar a su lugar de estudios.
—No hay problema con que no lo hagas, no dijiste nada muy importante —Expresó la rubia— Oye Armin, ¿A ti te gusta Mikasa?
Apesar de saber que diría un claro "No", a la ojiazul le pareció la manera más sencilla de preguntar por sus intereses románticos, pues ella era consciente de que probablemente Armin sea del tipo decente que si se enamora respetará a la chica aunque no sea su novia.
—¿Qué te hace pensar eso? —Armin soltó una risita— Mikasa es cómo mi hermana o prima, no me veo a su lado de manera romántica ni aunque estuvieramos en un mundo apocalíptico con titanes que devoran humanos.
—Ya entendí —Rodó los ojos— Entonces, si no te gusta ella, ¿Quién lo hace?
Armin bajó la mirada con un casi imperceptible sonrojo— N-nadie.
—¿Piensas que soy estúpida? —Preguntó con molestia en su voz.
—No, pero es la verdad, en caso de que los libros no cuenten cómo interés amoroso, no me gusta nadie —Enfrento el de lentes con más seguridad.
—Está bien, si tú lo dices —Annie decidió creerle, sin embargo no estaba del todo convencida.
—¿Qué hay de tí, señorita insensible? —Preguntó divertido— ¿Hay alguien que pudo romper los estigmas de tu corazón?
—¿Estig... qué? —Preguntó confundida.
—Solo dime si te gusta alguien y ya —Rodó los ojos el rubio.
—Oh, claro, en realidad no lo hace nadie —Explicó— Sin embargo, me siento bastante atraída por un chico que conocí hace poco.
—Pobre alma inocente, seguro terminarás corrompiendolo y llevándolo al camino del mal o algo así —Bromeó Armin, sin saber que aquel chico era él— ¿De quién se trata?
—Dudo que lo conozcas —Respondió con simpleza Annie.
—¡Para qué me cuentas que te atrae alguien si no me dirás quién es! —Se quejó el rubio fingiendo molestia.
—La vida es más divertida así.
Llegaron a la entrada de la Universidad y el rubio iba a volver a quejarse de la falta de confianza que le tenía la chica, sin embargo esta lo detuvo del brazo.
—Hagamos esto más divertido, ¿Crees que eres capaz de descubrir de quién se trata? —Una sonrisa ladina dibujó sus labios a la vez que notaba el cambio de postura del rubio.
—Por supuesto que sí, ¿Quién me crees?, te apuesto a que en menos de una semana, no sólo sabré quién es, también irás a una cita con esa persona —Se apuntó a sí mismo— Gracias a mí.
Annie levantó una ceja divertida por la situación en la que el rubio se metió el sólo.
—¿Qué apostaremos exactamente? —Cuestionó con interés.
—Mm, el que pierda debe pagar el almuerzo del otro.
—Bien.
—Bien.
Annie se alejó a su edificio con una sonrisa en el rostro, ya que apesar de su enorme cantidad de conquistas, era la primera vez que hacía una dinámica así, sin dudas tratar de conquistar a Armin sería bastante entretenido.
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Corto, pero hecho con amor, cus vai uwu
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Crazy Over You ||Aruannie||
FanfictionAnnie Leonhart siempre fue reconocida por sus cercanos cómo una persona seria, distante y organizada, nunca tuvo intereses románticos y no planeaba tenerlos. Pero las cosas nunca salen cómo uno planea, y Annie fue testigo de ello cuándo se volvió co...