Crazy Over You ||Aruannie||

XV

—Esperame aquí —Pidió Armin una vez que entraron a su casa, señalándole a la rubia el sofá.

Annie pidió permiso a su padre por teléfono, ya que habían terminado decidiendo que verían la película en el día y no al siguiente.

Al principio su padre se opuso, pero se excusó diciendo que era para un proyecto estudiantil, claramente bajo la mirada de reproche de su acompañante.

Aproximadamente quince minutos después Armin volvió a aparecer con una botella de gaseosa y dos vasos, también traía dos salchichas en una bandeja.

—¿No piensas que es muy poco saludable comer eso sin haber almorzado aún? —Preguntó Annie a lo que el otro se encogió de hombros.

—Es mejor morir comiendo salchichas que  morir no haciéndolo —Se encogió de hombros Armin para luego sentarse y encender el televisor.

—Un momento, eso es Netflix —Reclamó la rubia— Tú habías dicho que sería Cinecanal.

—Las personas cambian Annie —Dramaticamente expresó el rubio— La vida nos hace cambiar constantemente, así que mi cambio es que terminé decidiendo ver Netflix.

—Me gusta cuando mezclas tu sentido del humor y tus crisis filosóficas —Confesó la rubia notando el pequeño sonrojo que causó en el rubio.

—No digas eso, me avergüenzas —El chico se quejó mientras buscaba una película para ver.

—Tambien me gusta tu cabello —Con una sonrisa Annie gateó hasta sentarse en su regazo— Y tus ojos, son preciosos —Apartó el control de las manos del ojiazul y las colocó en su cintura— También me gustan tus labios y tu manera de pensar y actuar —Su dedo pulgar acarició de manera lenta su labio inferior, haciendo que el cuerpo del chico se estremezca— Creo que me volví loca por ti.

Armin estaba completamente rojo, se sentía demasiado afectado por la manera en la que Annie actuaba, no sabía qué hacer ni qué decir.

Fue entonces que la rubia unió sus labios nuevamente, ambos se sumieron en un beso lento en el que exploraban la boca de otro.

Annie se sentó en la entrepierna del chico moviendo sus caderas de una manera lenta y tortuosa, el de lentes bajó sus manos rodeando sus caderas en un intento de acercarla más mientras sus narices chocaban constantemente.

El chico decidió quitarse sus lentes, los cuáles eran un estorbo en ese momento.

Los labios de Armin besaron la mejilla de Annie a medida que bajaba hasta llegar a su cuello, la respiración calmada del rubio causó que la piel de Annie se volviera sensible, ella se separó de él por unos segundos y se quitó la remera.

Mientras la observaba detalladamente, Amin bajó su mano derecha através de su torso, pasó de manera superficial por el sostén rosa y posó su mano en su delgada cintura, dejando leves caricias con su dedos.

—¿No que no seríamos amigos con derecho? —Annie habló con una sonrisa divertida en sus labios mientras tomaba el borde de la remera del contrario y la levantaba acariciando su torso de paso.

—El punto hasta el que llegaremos es desconocido para mí —Refutó el rubio ayudando a la chica con su cometido de quitarle la remera.

Volvieron a unir sus labios, Armin jugueteó con los bordes del pantalón perteneciente a su amante, sin embargo fueron interrumpidos.

—¡Armin, qué tal hijo!, ¡Vine de visita! —Sonó el tono adulto, el abuelo del nombrado abrió la puerta abruptamente.

Al momento de haberlo oído el rubio reaccionó por instinto, aprovechando que el sofá estaba de espaldas a la puerta escondió a Annie bajo la cabecera.

—¿Qué?, ¿Armin? —El abuelo reaccionó al ver a su nieto sin remera, sonrojado y molesto, a la vez que relacionó aquello con el pequeño grito femenino al haber Armin reaccionado tan rápido.

—¡Abuelo!, Te quiero mucho, ¿Pero puedes por favor tocar la puerta antes de entrar? —Con el ceño fruncido reclamo el chico.

—¡Pero qué sorpresa!, ¿Es una chica?, Ya estaba creyendo que eras del otro bando.

—¡Abuelo!, ¡No estás mejorando la situación! —Reclamó el chico, giró a ver a su acompañante quién rápidamente había tomado su remera y se la había puesto, luego se levantó y sonrió avergonzada al mayor.

—Lo siento, su nieto está demasiado bueno —Admitió causando que el sonrojo del rubio aumentase.

—¡Deja de decir esos comentarios tan a la ligera! —El rubio regañó a su amiga con la vergüenza y molestia marcada en su rostro.

—Eso es gracias a mí, heredó mis genes —Con orgullo infló su pecho el mayor, causando que su nieto se quisiese matar allí mismo.

—Yo sólo quería ver una película —Se lamentó el rubio sentándose en su sofá al borde del llanto.

—¡No hay problema!, Yo me iré ahora —El adulto iba a marcharse, sin embargo volvió a girar— ¡Quiero tres bisnietos, por cierto!.

Armin oyó el sonido de la puerta volviendo a cerrarse, sin embargo seguía con su ceño fruncido— Qué manera más ridícula de matar pasiones —Maldecía.

Annie abrazo su brazo aún desnudo y sonrió, la situación le había parecido simpática— Hey —Lo tomó de la mandíbula y giró su rostro para que la observara, besó la punta de su nariz y habló— ¿No querías ver una película?

Armin sonrió— Por supuesto.

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Hoy eS nOcHe De ZeTzoooooo