XIII

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Annie sonrió divertida ante las reacciones del chico, quién parecía absorto en la película, y daba pequeños sobresaltos cuando aparecían escenas que le causaban susto, le daba ternura.

Armin observaba la película con atención, nisiquiera colocaba el recipiente de las palomitas en su campo de vista, directamente las tomaba y llevaba a su boca confiando ciegamente que que lo haría bien.

Iban ya a la mitad de la película y, mientras el rubio prestaba atención para poder comentarla después, su acompañante hacía todo lo contrario pues sólo lo observaba a él.

Por un segundo, el rubio giró hacia Annie, notando su mirada fija en él y un brillo distinto en sus orbes, se quedaron así un buen rato hasta que la chica se acercó sus rostros.

Armin no se alejó, por lo que sus labios terminaron chocando inevitablemente, siguió su beso de la mejor manera que pudo apesar de su muy escasa experiencia en ello.

Annie llevó su mano a la mandíbula del contrario y se acercó aún más mordiendo y chupando ligeramente sus labios en el proceso.

Cuándo se separaron por falta de aire, Annie decidió mandar a la mierda todo, levantó el apoya brazos que los dividía y se acercó sentándose en su regazo de la manera más silenciosa que pudo volviendo a besarlo nuevamente y uniendo sus torsos hasta que no quedara espacio.

Armin se sintió extremadamente nervioso, ¿Qué pasaba si los notaban?, El dudaba de ser capaz de pagar una multa, apenas le alcanzaba para su almuerzo.

Sin saber dónde colocar sus manos, las llevó a la cintura de la rubia causando que sus dedos hicieron contacto con la piel de Annie, quién se sintió estremecer por completo.

—¡Hey!, ¡Ustedes dos! —Fueron iluminados por una linterna, se trataba de guardia de seguridad quién, con la mayor discreción posible les llamó la atención— Esto no es un motel.

Annie lo observó con su mejor mirada de desprecio, por otro lado Armin se veía avergonzado de haber sido descubierto de esa forma.

El guardia los obligó a sentarse por separado aprovechando que habían muchas sillas libres, Annie tomó su teléfono para distraerse y no tratar de hacer una locura de nuevo mientras que Armin volvía a prestar atención a la película, al parecer terminó gustandole.

Ya al final de esta ambos salieron y la más baja tomó su mano— Vamos por un helado, yo pago —Expresó a lo que Armin detuvo.

—No, lo haré yo —Afirmó el chico y ante la mirada de reclamo que recibió agregó— Si te atreves a pagar tú no voy a beber del helado, es mi único aviso.

Annie terminó aceptando a regañadientes, llegaron y ella pidió un batido de helado con leche, mientras que el pidió un batido con gaseosa.

Se sentaron en una de las mesas y consumieron sus bebidas en un silencio tranquilo, no incomodo.

Bueno, o fue así hasta que a Armin se le ocurrió preguntar— ¿Qué se supone que somos?

Annie lo miró con curiosidad— ¿Disculpa?

—Dejame mejorar mi pregunta —El de lentes terminó su batido y volvió a observar a los ojos a su acompañante— ¿Qué se supone que quieres que seamos?

Annie sonrió ladina— ¿Aceptaras cualquier cosa que diga? —Ella casi pudo oír el si, casi.

—Por supuesto que no —Negó el chico— Por ejemplo: si me pidieras que seamos amigos con derecho no lo haría porque es una relación informal y abierta lo que sería arriesgado teniendo en cuenta la enorme cantidad de enfermedades de transmisión sexual que existen —Explicó el rubio— Tampoco creo ser capaz de aceptar un noviazgo, aún no.

Annie quiso tirarse de un quinto piso al darse cuenta de que el jodido chico se estaba haciendo el difícil, ¡Se supone que ella debería ser la que lo haga!

Pero no importaba, de todas formas el debía terminar siendo el que se vuelva loco por ella.

—Mantengamoslo así —Pidió la más baja— En incógnita, que pase lo que tenga que pasar, ¿Qué te parece?

El se encogió de hombros— Por mí está bien, me parece una buena idea —Ambos se dieron un apretón de manos cerrando el trato— Sin embargo, te agradecería que me avisaras si pierdes el interés en mí y te llega a gustar alguien más, ya sabes, la ETS también se transmite de manera bucal.

—Eres un hijo de puta, te odio —Rodó los ojos ante la sonrisa divertida del rubio— Pero está bien, si tú también llegas a sentirte así, deberás comentarmelo también, y por cierto, no tengo ninguna enfermedad, por si eso te preocupa.

—De todas formas ya sería muy tarde —Rió— Ya nos besamos dos veces —Recordó.

—Tres.

—¿Qué?

—Nada.

Armin iba a reclamar pero la otra ya se levantó de su asiento y, antes de que pudiera hacer algo, ella terminó pagando por ambos.

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BANDAAAAAAA, EL FANART DE LA MULTIMEDIA ME LO HIZO UNA AMIGA Y LLORO BRILLITOS PQ ES PRECIOSOOO AAAAAAAAAA

@taesdere NUNCA VOY A PODER TERMINAR DE AGRADECERTE TQM

Crazy Over You  ||Aruannie||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora