—¿Cuáles son tus intensiones con mi hija? —Con mirada afilada preguntó el padre de Annie.
Armin sonrió nervioso, el estaba sentado en una de las sillas que había en la panadería mientras, cómo si se tratara de un policía interrogando a un criminal, el mayor hacía interrogantes.
—¡Cuidarla, Señor! —Contestó temeroso, la mirada del mayor no se vió aliviada, todo lo contrario en realidad.
—¡¿Y cómo planeas hacerlo, debilucho?! —Cuestionó bajo la mirada divertida de Annie, quién observaba a ambos cómo si aquella fuera una escena cómica de alguna película.
—¡Influyendo en sus desiciones, Señor! —Respondió con inseguridad.
—¡¿Qué estás estudiando?!, ¡¿O piensas mantener a mi hija con una panadería ridícula?! —El hombre gritó con molestia.
—¡Estudio leyes! —Con simpleza explicó.
El adulto iba a seguir con su interrogatorio, pero la puerta que llevaba a la cocina fue abierta abruptamente— ¡¿Quién se atrevió a decir que mi panadería es ridícula?! —Una mujer rubia de baja estatura y rostro aniñado apareció con su contrastante ceño fruncido.
Annie abrió la boca con sorpresa, era cómo ver a Armin pero versión mujer y adulta.
—S-señora, v-verá usted, mi intención n-no era... —Iba a continuar, pero la señora Arlert lo tomó de la oreja y lo guió a la cocina y lo soltó allí.
—¡Si tan ridículo le parece mi oficio, supongo que no tendrá problema en cocinar todo lo que falta para mañana! —Cerró la puerta con fuerza, llaveandola — ¡Y más le vale que la masa salga bien o no cobrará ni un centavo!
Annie observó a la mujer con ojos brillantes— Oh por Dios, usted es mi ídola —Dijo la atea.
La mujer observó a su hijo y a aquella jovencita y se acercó a ellos con una sonrisa cansada— He escuchado parte de la conversación, ¿Es cierto?, ¿Ustedes dos están saliendo?
Ambos jóvenes cruzaron miradas, ¿Qué deberían decir?
Armin soltó un no al unísono de Annie que decía sí.
El rubio se corrigió diciendo sí a la vez que la chica decía no.
—Me avisan cuando se decidan, chicos —Con una sonrisa divertida pidió la mujer.
—¡Es complicado! —Se lamentó el rubio.
—Oh vamos —La rubia rodó los ojos— No es tan difícil, si se sienten enamorados, les gusta la compañía del otro y no desean que la otra persona esté con alguien más, ¡Listo, novios! —Exclamó la mujer.
Los dos más jóvenes se miraron a los ojos, cuestionandose los pensamientos del otro.
—Yo tengo que... ir a comprar leche —Se excusó la mayor para salir del lugar y dejar a solas a los chicos.
—Annie, yo... —El rubio desvío la mirada al suelo, ¿Cómo debería expresarse?
—Esto a llegado muy lejos, ¿No? —De igual forma, Annie miró hacia la pared cómo si fuera lo más interesante del mundo— Se supone que esto sería sin compromisos, lamento hacerte pasar por esto, hasta mi padre se enteró de alguna manera.
—No, fue mí culpa —Afirmó el rubio— Fuí yo quién empezó la farsa del noviazgo, no debí hacerlo sin preguntarte primero, es que no esperaba que todos se enteraran.
—Sin embargo, ¿Por qué lo hiciste? —Annie preguntó, observándolo nuevamente y notando el sonrojo en las mejillas de Armin.
—Quería alejar a Bertholdt de una vez —Admitió el ojiazul— Pero, ¿Qué hay de tí?, Siempre fuiste la que inició todo, ¿Por qué?
—¿Por qué? —desvió la mirada nuevamente a la pared— Yo también me lo pregunto, ¿Por qué?, Si no lo hubiese hecho no llegaríamos hasta aquí.
—Annie, aún podemos hablar...
—¡Ya basta! —La voz del hombre sonó tras la puerta de la cocina— ¡Esta vez no podrás escapar, niñato!
—Armin, me alegra haber sido una buena persona para tí —Un fuerte sonrojo apareció en sus mejillas.
—Annie, por supuesto que lo eres —Sonrió dulcemente, cómo sólo el sabía hacerlo— ¿Sabes?, Creo que me he enamorado.
—¿En serio?, ¿De quién? —La mirada de Leonhart se oscureció a la vez que los fuertes golpes en la puerta de atrás resonaban en el lugar.
Armin suspiró, ¿Es que acaso no era obvio?— Es una chica rubia, de ojos azules y bajita.
—¿Historia Reiss?, ¿La que estudia veterinaria? —La mirada de Annie se mostraba molesta, estaba dispuesta a sacar a la chica de su camino cómo sea.
—No, la persona que me gusta se volvió bastante cercana a mí los últimos días —Afirmó el chico.
—¿Mikasa? —La duda se presentó en sus ojos.
—Su nombre comienza con "A" —Se acercó a ella con una sonrisa.
—Armin, todo lindo con el amor propio, pero no te puedes enamorar de tí mismo —Se burló la chica.
—Su apellido comienza con "L" —Se detuvo a unos centímetros de su rostro, al ella notar a lo que se refería, su rostro ardió notablemente.
Sus respiraciones se mezclaron, estaban a punto de besarse pero la campanilla de la entrada sonó, Armin se separó asustado creyendo que era un cliente pero al girar observó a su madre, quién traía la leche en una bolsa.
—¿Todavía no?, Ow, lo siento chicos, iré a traer sal, sigan en lo suyo —Iba a salir, pero Annie la detuvo.
—No se vaya, ya todo está bien —Annie observó a Armin y una muy ligera sonrisa salió de sus labios— Muy bien.
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Cómo diría mi abuelita, más vale tarde que nuncA.
¿Se acuerdan que dije que por cada 1K iba a sacar una portada verde?, Bueno éste fic está por las novecientas leídas así que, you know 😼
No tomen drogas, cus vai uwu

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Crazy Over You ||Aruannie||
FanfictionAnnie Leonhart siempre fue reconocida por sus cercanos cómo una persona seria, distante y organizada, nunca tuvo intereses románticos y no planeaba tenerlos. Pero las cosas nunca salen cómo uno planea, y Annie fue testigo de ello cuándo se volvió co...