Crazy Over You ||Aruannie||

VIII

Con molestia, Annie trataba de bajar más el corto vestido que Hitch había comprado esa mañana sin siquiera haberle preguntado si lo usaría, sólo llegó a su casa exclamando que más valía que lo haga.

La castaña llegó una hora antes de la hora impuesta por Marlo para arreglarla, la metió a la ducha a la fuerza, le colocó un vestido negro al cuerpo bastante corto, unas botas negras que llegaban poco antes de la rodilla y una chaqueta de jean, le alisó el pelo y maquilló.

Annie se vió en la obligación de quedarse quieta toda la tarde para no aurrinar su look, ya que Hitch la dejó lista a las tres y media pero la fiesta comenzaba a las siete.

Miró la hora en su teléfono notando que eran las seis y media, caminó con dificultad ya que traía puestos los tacones negros que su amiga con "humildad" decidió prestarle.

Se detuvo frente a la casa de Bertholdt y lo llamó al celular para avisarle que ya estaba afuera.

Luego de unos minutos el chico salió con una camisa a rayas y un pantalón jean, no se veía tan distinto a decir verdad.

—T-te ves preciosa Annie —Tartamudeó el más alto siguiendo su paso.

La rubia se sonrojó avergonzada, ella podía contar con los dedos las veces en la que alguien que no sea Hitch la alagó por su belleza.

Caminaron en silencio, el más alto admiraba la belleza de la rubia mientras ella trataba de no caer por culpa de sus tacones.

Llegaron al edificio de Reiner, nuevamente Annie fue la encargada de avisarle que ya lo esperaban en la entrada. Pasaron cómo cinco minutos hasta que apareció el chico con la chaqueta de fútbol que usaba en secundaria, ya que solía ser el capitán del equipo, debajo de ésta tenía una remera negra y unos jeans.

—¿Me estás jodiendo? —Preguntó con molestia en su voz la ojiazul— Creí que dejarías atrás tu capricho por el fútbol cuándo salieramos de la secundaria, ya veo que no fue así —Se lamentó la más baja.

—¿Qué?, Se ve cool —Dijo Reiner con una enorme sonrisa, para luego cambiar de tema— ¡Pero mira que chica más bonita conseguiste de cita Bertholdt!, Para nada cómo nuestra amiga Annie quién dudo que siquiera se peine.

—Ella n-no es mi cita —Aclaró el pelinegro con el rostro completamente enrojecido.

—Muy gracioso Reiner, seguro te llaman Don Comedia —Burló la chica.

Siguieron la dirección que aparecía en la ubicación mandada por Connie através de Google Maps. La rubia no pudo evitar verse sorprendida al adentrarse en una zona con enormes casas de extensos terrenos, incluso las cuadras agarraban más territorio que en su barrio, lo cuál no le parecía tan bueno pues parecía que nunca iban a llegar y sus pies comenzaban a dolerle.

Fue entonces que la música comenzó a ser oída por los tres cómo un canto de victoria, a más se acercaban más autos estacionados podían verse y la chica se cuestionó cuánta gente habría en el lugar.

Al llegar frente a la entrada, Annie miró incrédula la enorme propiedad que agarraba media cuadra, un patio enorme era testigo de las personas que entraban y salían una tras otra y la enorme mansión parecía querer derrumbarse ante el fuerte sonido que salía de dentro.

—¡Esto será épico! —Gritó Reiner para luego correr al interior de lugar.

Annie suspiró y se adentró también, buscaría algo de alcohol y luego probablemente saldría al patio ya que el interior parecía estar más cargado de gente que el exterior.

Ignoró los pasos de Bertholdt tras suyo y entró, rápidamente se vió cegada por la enorme cantidad de luces que habían por el techo iluminando a las personas que bailaban, reían y gritaban por todas partes.