Annie despertó con el ánimo más notable que de costumbre, se despertó temprano sin que su padre la regañara, al bajar lo vió preparando el desayuno cómo de costumbre.
Su padre giró a observarla sorprendido de verla despierta tan temprano sin haber sido él quién la despertara.
—¡Buenos días, papá! —Saludó la rubia, tomó un vaso de leche con rapidez y untó mermelada en una rodaja de pan— Debo irme, ¡Qué tengas un buen día!
Su padre quiso reclamar el no sentarse a desayunar correctamente, pero la sorpresa era mayor para él.
Annie salió de su hogar caminando con seguridad, su mirada parecía más relajada e incluso su estilo de ropa había cambiado.
Por mucho tiempo utilizó las mismas prendas, pero ese día decidió colocarse unos jeans azules con una remera celeste encima de la cuál llevaba una chaqueta negra, unas converse negras y su cabello lo llevaba suelto.
Sonrió de manera inconsciente al llegar a su punto de encuentro con Armin, miró la hora en su teléfono notando que faltaban diez minutos para las seis de la mañana.
Colocó sus manos en los bolsillos de su chaqueta, bajó su mirada topandose con una lata, y apesar de que cualquier persona normal se preocuparía por la poca importancia que la sociedad da al medio ambiente, Annie sólo sintió felicidad al recordar la manera en la que Armin jugaba con la lata el día anterior.
Sin embargo fue distraída de sus ensoñaciones al escuchar unos pasos acercándose, al voltear vió la reluciente sonrisa que tanto adoraba.
—¡Hola Annie! —Saludó Armin acercándose a la rubia, sin embargo la atención de esta viajó a una pelirroja tras él— Mira, te presento a Niffa; Niffa, ella es Annie.
La pelirroja de cortos cabellos movió su mano con una sonrisa dibujada en sus labios.
En una situación normal probablemente Annie sólo admiraría lo linda que le parecía la chica en silencio. No obstante esa chica linda estaba al lado de Armin y eso no hizo más que encender sus alarmas.
—Niffa nos acompañará hasta una cafetería que queda antes de la Universidad, está buscando trabajo —Comentó el rubio mientras los tres avanzaban hacia el lugar.
—¿No debería estudiar como nosotros? —Cuestionó la rubia observando al chico.
—Ella ya se recibió, mientras busca ejercer su profesión trabajará en un empleo de medio tiempo —Explicó.
—¿Cuántos años tienes? —Preguntó la rubia hacia la pelirroja.
—Veinticuatro —Con amabilidad contestó.
Annie sintió que se quería matar, la chica no sólo era amable, de hermosa sonrisa, preciosa y pelirroja, también era mayor, ¿Cómo podría competir contra eso?
El ánimo de Annie decayó con rapidez, Niffa y Armin hablaban por el camino, el chico trataba de unir a la rubia a la conversación pero esta sólo respondía de manera cortante.
Cuándo la pelirroja se despidió y dirigió a la cafetería que tenía un cartel de "se busca empleado", Armin dirigió su atención a la rubia.
—Annie, admito que me encanta tu cambio de prenda, pero si con eso cambiarás tu personalidad, te prefiero cómo estabas antes —Confesó el chico— Me gusta tu compañía, quiero poder sentir que estás a mi lado —Tomó su mano y juntó sus dedos— Pero te noto decaída, ¿Pasa algo?
Nuevamente, Annie sintió sus mejillas arder, aquel sentimiento la confundía, pero a la vez le daba miedo tener que afrontarlo.
—No pasa nada —Cabizbaja trató de no mirarlo a los ojos, ya que sentía que si lo hacía el notaría cuál era la razón de su comportamiento.
El rodeo su cuerpo con sus brazos— Está bien, pero si algo te pone triste puedes contarmelo, después de todo somos amigos, ¿No? —Armin reflexionó sus palabras luego de recordar que los amigos no se besaban— O bueno, algo así.
Annie sonrió luego de escucharlo, la dulzura con la que el la trataba hacía a su corazón retorcerse, se alejó rodeó su cuello con sus brazos uniendo sus labios, había perdido la cuenta de las veces que lo besó.
Sin embargo, no contaban con que habían dos personas observandolos.
—¡¿Annie tiene novio?! —La voz incrédula de Reiner resonó en la vereda haciendo que ambos rubios giraran hacia él.
A su lado, Bertholdt Hoover los veía con sorpresa y decepción, la rubia se sintió mal por su amigo pues sabía que él tenía sentimientos por ella.
—En realidad... —Annie iba a aclarar el extraño modo en el que se manejaba su relación con el chico a su lado, sin embargo éste la interrumpió.
—Por supuesto, ¿No se los contó?, Qué mala amiga es Annie —Con falsa desaprobación, Armin observó a la chica a su lado, la tomó de la cintura de manera posesiva y la atrajo a él— Y eso que ya llevamos una semana saliendo, no deberías ocultar esas cosas, Ann, ¿O acaso te avergüenzas de tu novio?
Annie sonrió con diversión y abrazo al chico por el torso, no estaba segura de si Armin lo hacía por celos o por broma, pero le gustaba imaginar que era por lo primero.
—Lo siento, Mimin, es que estuve pasando la semana contigo, ¿Cómo esperaba que lo dijera? —Hizo un puchero con sus labios, a lo que Armin la besó fugazmente.
—Te quiero, pero no me digas Mimin —Sonrió de manera boba— Entonces, ¿Nos vamos?, De lo contrario llegaremos tarde —Ofreció al par de amigos que observaban confundidos el comportamiento de su amiga.
—Mi novio acaba de decir que muevan el culo, imbéciles —Si, esa era la verdadera Annie.
Durante el camino tanto Armin como Annie se enviaban miradas y sonrisas cómplices bajo la mirada de sorpresa de Reiner y el ceño fruncido de Bertholdt.
—¡Nos vemos, Ann! —Se despidió Armin al llegar a la universidad.
—¡Nos vemos, Mimin! —De la misma manera se despidió Annie recibiendo el ceño fruncido de su aún-no-oficial-novio con una sonrisa.
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Ustedes me ven normal pero yo ya estoy seleccionando que personaje matar para contrarrestar el romance.
¿Qué tal?, Yo acá tranqui esperando a que lleguen los comentarios de AAAAAAHHHHH en el párrafo donde Armin dice ser novio de Annie.
Si no llegan me mato asies.
No tomen drogas, cus vai uwu

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Crazy Over You ||Aruannie||
Fiksyen PeminatAnnie Leonhart siempre fue reconocida por sus cercanos cómo una persona seria, distante y organizada, nunca tuvo intereses románticos y no planeaba tenerlos. Pero las cosas nunca salen cómo uno planea, y Annie fue testigo de ello cuándo se volvió co...