24. Desaparecida

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Narra Tomás.

- ¡ No puede ser que no esté por ningún lado! - Sofía grita y se sume en llanto.
- Tranquila cariño, veraz que aparece. - Yosselin la abraza y le da palabras de consuelo.

¿ Qué pasa?
Pasa que Claudia se encuentra desaparecida, no entiendo cómo sucedió esto, hace unos momentos estaba en la habitación.
Todos estamos muy preocupados, ya son 3 horas que no está por ningún rincón de la habitación.
Solo espero que esté bien, que esté en algún lugar y que en unos minutos aparezca.

- ¿Ya apareció? - mis padres que se encontraban fuera de casa, llegan a toda prisa.

- No. - decimos al unísono y negamos con la cabeza.
- ¿ Pero dónde puede estar? - dice mi padre agarrándose la cabeza. Todos callamos, nadie tiene idea de dónde puede estar.
- Hay que avisarle a sus padres - mi madre ya tenía el teléfono en la mano y comenzaba a marcar.
- Espere un momento señora - Franklin habla y mi mamá se detiene. - no queremos que ellos se preocupen, no sabemos con certeza si realmente está desaparecida o si en un momento estará con nosotros, ¿porque no la buscamos primero?
- Pero ya la buscamos por toda la casa y no está por ningún lado. - dice Sofía, quién seguía llorando.
- Pero no la hemos buscado fuera de casa, ¿ Porque no buscamos por el bosque? - sugiere Franklin.

Todos hacemos caso a la propuesta de Franklin y nos dirigimos al bosque en donde habíamos estado de excursión.

- ¡Claudia! - todos gritamos en diferentes lugares del bosque.
- ¡ Claudia! ¡ Ya ven porfavor! - se escucha la voz de Yosselin.

Pero es inútil gritar... Nadie contesta. ¡ Oh por Dios! ¿ Dónde estás Claudia?
Buscamos por casi todo el bosque y no hay señales de Claudia.

- Es inútil, aquí no está - dice Yoselin mientras suspira largamente.
- Vamos a casa, hay que avisar a sus padres. - sugiero.
- Bueno eso sí tus padres no la encontraron. - dice Franklin y después empezamos a retirarnos de ahí.

Llegamos a casa, mis padres aún no están. Todos quedamos en completo silencio esperando a que mis papás lleguen.
De pronto la puerta se habré y vemos llegar a mis padres.

- ¿ La encontraron? - preguntamos todos al unísono.
Ellos solo guardan silencio y niegan con la cabeza.
- ¡ No puede ser! ¿ Dónde se habrá metido? - dice Franklin quién se sienta en el sillón y esconde la cara.
- No hay rastro de ella, esta vez sí hay que avisar a su familia. - dice mamá, asentimos, mi madre marca y todos esperamos a que conteste.

- Si diga. - se escucha la voz de la madre de Claudia.
- ¿ Hablo con Carmen, la mamá de Claudia?
- Si, ¿ Qué se le ofrece?
- Soy la mamá de Tomás, hablo para decirle... - mi madre calla por unos segundos, da un pequeño suspiro y continua. - que su hija, Claudia... Se encuentra... desaparecida - dice finalmente mi madre y solo un grito de angustia y llanto se escucha detrás del teléfono.
Segundos después se escucha la voz del padre de Claudia.
- Vamos para allá.

Todos esperamos la llegada de los padres de Claudia, los nervios los tenemos a tope, la tristeza no me deja ni un segundo.
Yo la debí de haber cuidado, esto es culpa mía.

El sonido del claxon de un automóvil me saca de mis pensamientos, me pongo de pie y enseguida abro. Los señores Fuentes Maldonado entran de prisa y la primera pregunta que hacen es:
¿ Dónde está Claudia?

Nos miramos el uno al otro y callamos.

- ¡ Oh por Dios! ¿ Dónde está Claudia? ¡ Contesten! - la voz del señor Fuentes suena por toda la casa.
- Señor, su hija se encuentra desaparecida. - dice mi padre.

Puñalada por la espaldaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora