18.SENTIMIENTOS AL DESCUBIERTO

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Narra Luis.

Sali del hospital y ahora me encuentro en mi casa recostado y escuchando la música que Claudia y yo bailamos el día de San Valentín.

Tocan la puerta.

– Adelante. – digo observando la puerta abrirse. Y viendo a mamá entrar.

– Como estás?? – mi madre se dirige a mí con una sonrisa y me da un beso en la mejilla.
– Mucho mejor, mami. – dije sonriendo.
– Me alegra. Haya abajo tienes visitas.
– Así?? Quién es? – fruncí el ceño y después hice mueca de extraño. No podía ser Claudia por que ella me había visto en el hospital y seguramente estaba en sus clases de canto.
– Es Tomás. – dijo mi madre mirándome fijamente.
– Tomás!? – dije aún más extrañado. Mi madre asintió y yo solo conteste con " ahorita bajó"

Al bajar del cuarto y llegar a la sala ví a Tomás sentado y con un gran pastel en las manos.

– Hola Tomás. – me dirigí a él
– Hola, como estas? – Tomás bajo la cabeza. Se podía notar la culpabilidad que sentía.
– Mucho mejor. Y tú?
– Pues bien, en lo que cabe.
– Me alegra.
– Mi mamá te manda ésto ...– Tomás me extiende el pastel y yo se lo tomó. – me dijo que se siente muy apenada por el incidente y que si hay algo que nosotros debemos hacer estamos dispuestos. – note que la mirada de Tomás era muy diferente a la de aquel día, pues ahora tenía más rostro de culpabilidad que de otra cosa.
– No te preocupes, ya todo pasó. Y dile a tu mamá que muchas gracias es un lindo detalle. – le dije a Tomás mientras colocaba el pastel en la mesa de la sala, el solo me sonrió y me susurró un "gracias"

– Luis... Yo también te quiero pedir una disculpa. – Tomás bajo la cabeza y en ese momento comprendí que era un buen chico.
– No pasa nada. Todo queda olvidado. – dije poniendo una mano en el hombro de Tomás.
El me sonrió y se pude ver el alivio que sintió.

– Pero también quiero hablar de Claudia. – dijo Tomás y yo puse cara tensa.
– De que quieres hablar? – conteste serio.
– De que gracias a ese momento que tú pasaste en el hospital. Me di cuenta de que ella aún te ama.

Cuando escuche aquellas palabras me sorprendí en sobremanera, a que quería llegar?

– Tomás yo ya no quiero más pro
– Lo se Luis, y yo tampoco los quiero... – me interrumpió antes de acabar las palabras con voz posesiva. – por eso te vengo a decir que... – Tomás tomó aire y suspiro largo. – Que te dejo el camino libre para que claudia y tú vivan su amor. Ambos se aman.

Observé a él chico bajar la cabeza y yo no podía creer lo que me decía. Yo sabía que el amaba  a Claudia y quizás por eso la dejaba.

– Estás hablando encerio? – pregunte.
– Totalmente encerio – contesto el con voz firme.
– No lo entiendo.
– Cuando una persona ama, lo que quiere es que la persona amada sea feliz aunque no sea con ella. Y yo amo a Claudia y se que tu tambien lo haces. No la lastimes y cuidala.

Tomas hablaba completamente encerio, y con aquellas palabras comprendí que el en realidad amaba a mi pelinegra. Pero yo también lo hacía y nunca me Hiba a dar por vencido y ahora menos, la quería conmigo.

– No se qué decirte Tomás.
– No digas nada, solo nunca la lastimes. No soportaría verla sufrir. – El chico me miraba fijamente y hablaba muy serio pero también se le podía notar aquella tristeza que sentía y esos ojos cristalizaron.

– Ahora me voy, que pases bonita tarde y disculpa otra vez. – Tomás se giró sobre si y comenzó a avanzar.
– Espera – dije fuerte y provocando que el se parara dándome la espalda.
– Dime. – dijo el volviéndose a girar sobre si.
– Gracias! – dije.

Puñalada por la espaldaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora