Puñalada por la espalda

21. NO ESTÁS SOLA

Narra Claudia

Me estaba llendo de la fiesta, las últimas lágrimas derramadas me las había limpiado con brusquedad y por mi mente pasaba muchas cosas sin entender.
No lo niego, estaba muy lastimada. No entiendo porque lo hizo, ahora me queda claro que Luis no era la persona que decía conocer.

- Claudia, espera. - me giré al escuchar aquella voz.
Me encontré a Tomás, caminando a paso rápido, esquivando todo lo que había y conservando la mirada fija en mi.

- Tomás... No es el momento. - dije dejando escapar una lágrima más.
- Lo se, solo quiero decirte que estoy aquí para lo que necesites.

Me tiré a los brazos de Tomás y estalle en llanto. El me abrazó suavemente.

- Tranquila, estoy aquí. - me decía.

Me separé de el y me fui con mis amigas que me esperaban pacientes.

No llame a mi padre, lo menos que quería era ir a casa.
Camine junto con Sofía y Yoselin hasta la parte trasera de una enorme iglesia, estaba segura que a estas horas no habría nadie, exepto el velador pero el más dormía que velaba, además que aquel lugar era uno de mis favoritos pues me acogía en cada tristeza que sentía.

Me senté a las orillas de la iglesia en donde estaba lleno de pasto, estaba en silencio, mis amigas no tenían ninguna palabra que decir. Me quedé observando la luna pues ese día estaba hermosa.

Ambas chicas estaban sentadas a lado mío, pasaron sus brazos por mis hombros, las mire a cada una y después baje mi rostro viendo al pasto.

- Claudia... Estamos contigo, el se arrepentirá de perder a una persona como tú. - Yoselin hablaba con mucha dulzura.
Mientras yo mantenía el silencio.

- Claudia... Es tarde, tenemos que ir a casa. - dijo Sofía con mirada dulce.
- Vallan ustedes, yo me quedo aquí. - conteste
- No, no te dejaremos sola. Pero Sofía tiene razón. - Yoselin me abrazó como signo de animo.
- Vamos Claudia, ¡ animo ! No llores por qué terminó sonríe por qué pasó. - Sofía hablaba con tranquilidad y serenidad.
- ¿ Sonreír ? ¿ Quieres que sonría? Sonreír porque mi novio, me enamoró y solo era por venganza. ¿ Eso quieres ? - Estalle! Dije tantas cosas, lo único que quiero es sacar todo lo que llevo dentro. Se que no es la manera, después me sumi en llanto.

- Tranquila cariño, estoy contigo. - Yoselin me abrazó fuerte y después lo hizo Sofía.

Después de que estaba más calmada. Me levanté y comenzamos a irnos. Ellas tenían razón, era tarde.

Llegamos a casa.
Mis padres me observaron con sorpresa.

- ¿ Por qué no me avisaron que ya venían ? - Preguntó papá un tanto molesto.
- No es el momento... Disculpa - conteste con voz quebrada y corriendo a mi habitación.

Alcance a escuchar la voz de mamá " ¿ Qué pasó " decía.

Llegue a mi cuarto, cerré con llave y me acosté en mi cama en un enorme llanto.
Solo quería estar sóla, desahogarme y sacar todo lo que llevaba dentro.
Me reprochaba lo tonta que fui y me repetía una y otra vez: " el no es así "

La almohada estaba mojada de tantas lágrimas, mi mente llena de recuerdos, mi corazón destrozado y mi alma hecha pedazos.

Me levanté de ahí, busque en mi cajonera las cosas que me recordaban a Luis, tome de ahí: fotos, ositos de peluche, corazónes con nuestras iniciales y las llene en una bolsa de basura sin dejar ni una sola. Cuando levanté un libro de poesías para meterla también a la bolsa, se calló de ahí un díje en forma de corazón, tenía nuestras iniciales y dentro de esta una foto mía y de Luis en la fiesta de nuestro noviazgo formal y una pequeña llave para poder abrir la.
Sí, era el díje que me dió aquel día, la cual era la promesa de amor entre ambos.