4. Lluvia, truenos y... ¿El?

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Claudia

Mañana siguiente

La cena de anoche fue aburrida, no hubo más platica que los negocios entre mi papá y el de Luis. Y hablar de los hijos y ya saben cosas de mamás entre mi madre y la de Luis.
Mientras el y yo nos involucrábamos en ambas conversaciones.

Hoy amaneció nublado pero según las noticias sin probabilidad de lluvias.
Me metí a la ducha y luego de terminar y vestirme baje al comedor en donde ya estaban mis padres desayunando.

-  Buenos días - digo sonriente y ellos me contestan devolviendo una sonrisa cálida.
- Ayer el hijo de Rafael dijo que harían bonita pareja - mi papá hablo mientras tomaba un sorbo de jugo de naranja. Por cierto, Rafael es el padre de Luis. No entiendo porque sale esta conversación. - ¿ Tu que piensas? - Mi padre mi mira con una sonrisa y fijamente a los ojos.
- Yo no pienso lo mismo papá - digo jugando con la comida
- Pero aquel chico es muy lindo, amable y muy guapo - ¡rayos! Ahora resulta que mi mamá también me dice lo mismo.
- Mamá, ni siquiera lo conozco bien, apenas y cruzamos palabra - digo encogiendo los hombros y haciendo una mueca
- ¿Pero has pensado en que sería genial, juntar ambos patrimonios ? - mi papá habla y eso hace que yo levante la vista y ponga cara de disgusto. Eso no me gustó para nada.
- ¡¿Ahora resulta que me ven como un negocio!? - digo molesta y me levanto de la mesa dejando el desayuno y a mis papás con su brillante idea.

Mis padres me gritan que no lo tome así, y que entendí mal. Pero ignoro sus palabras y decido irme a trabajar de una vez.
Llego a la empresa y todos me reciben con la misma sonrisa de siempre, es agradable que todos te quieran y que te lleves bien con prácticamente todos.

Me dirijo a la oficina y al llegar me encuentro a dos chicas muy bellas sentadas en las sillas de mi oficina.
Una es alta y rubia, con ojos azules y muy buen cuerpo y la otra es castaña con unos ojos Verdes muy bonitos y una sonrisa encantadora. Son amigas mías, Yosselin y Sofía.

- Hola - digo mientras se levantan de su asiento y me abrazan - si, yo también las quiero - digo también abrazándolas
- Hola - Dice la rubia, mostrando su perfecta dentadura en una sonrisa.
- Al grano, venimos a decirte que hoy vemos películas en casa de Yosse. Y no puedes negarte - sentencia Sofía y ambas salen de mi oficina
- Pero... - interrumpen
- Pero nada, adiós, ahí te vemos. Por cierto, a las 5 de la tarde. Bye. - dicen ambas y se van.

Tenía muchos pendientes, pero no podía dejar plantadas a las chicas, así que hoy tenemos una película que ver.

Me dirijo a la ventana y observo que la neblina cae. Por mi mente pasa que un paseo por las calles sería genial, mientras nos perdemos en la neblina.
Miro la hora y me doy cuenta que es muy temprano aún las 10 de la mañana.
Tomo mi chamarra y salgo para caminar un rato.

Estoy en el parque y noto que hay una cafetería cerca entró ahí y me siento en una se las mesas, luego ordenó un capuchino y un pastel de chocolate.
Estoy disfrutando de la compañía de mi propio yo. Y creo que eso es lo más lindo que una persona puede hacer, ser feliz aún estando sólo.

Luis

No puedo creer lo que mis ojos ven en este momento, a la mismísima Claudia en la misma cafetería que yo.
Pienso un momento antes de levantarme de mi mesa e ir a saludarla. Luego me dispongo a levantarme e ir hacia a ella.

- Pero que pequeño es el mundo - digo, mientras veo que disfruta un rico pastel de chocolate.
-¿Es eso? O... ¿ Me estas siguiendo? - lo que la chica dice provoca una pequeña carcajada en mi.
- ¿Para que quiero seguir a una chica tan fea como tu? Mejor sigo a una modelo australiana ¿ No crees ? - ella me mira sin ningún gesto en su rostro y vuelve a comer su pastel.
- Entonces, vete y no mires a una fea como yo - Dice sin levantar la mirada.
- Va a llover, debes considerar irte ya - ignora mis palabras y yo decido irme de ahí sin decir palabra alguna también.
Quizá mis ganas de molestarla ya pasaron.

Puñalada por la espaldaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora