MAS ALLA DEL TIEMPO (KOOKMIN)

Parte 22

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Jimin se sentía realmente mal, el no estaba preparado para otro aterrador encuentro con JungKook. El estaba fuera de sí, realmente estaba loco. El realmente debía terminar con esto y volver a la ciudad, con Yoon Gi.

Pero contrario a lo que estaba pensando, iba siguiendo la hermosa espalda del castaño, que se giraba y lo miraba con una sonrisa que bien pudiera derretir un iceberg.

Es por aquí-dijo JungKook un vez que se abrió frente ellos un paisaje de terreno basto.

Jimin miro sin ver nada. Para él, era solo tierra y hierba. Igualmente solo seguía tras de JungKook.

JungKook fue directo a donde vagamente recordaba que estaba el árbol de sus sueños y el de la pintura. Llegaron al sitio justo y un tronco cortado, daba la evidencia de donde una vez hubo un árbol.

¿Supongo que fue aquí no?- dijo Jimin mirando hacia el tronco trinchado.

Si era, aquí- respondió JungKook pensando.

No reconozco el lugar.- mico dio una mirada al tronco. Si bien no lo había visto en su vida. Tenía algo conocido que no podía explicar. Era como una sensación de deja vu.

¿Deberíamos pensar en los lugares que ambos soñamos?

El claro-

El claro-dijeron a la vez

Desanduvieron el camino hacia el claro dónde anteriormente habían mantenido una ardiente unión. Jimin, trataba de no mirar al el hermoso hombre que esta vez se mantenía a su lado.

JungKook no podía dejar de ver al hermoso rubio que se veía adorable, totalmente abochornado y bastante desalineado. JungKook no entendía como una persona lo podía atraer de tal manera, se había dado cuenta, que le gustaba todo de Jimin, la forma de su cuerpo, sus ojos, su cabello, la tonta forma en que estaba evitando mirarlo y lo avergonzado que se sentía.

JungKook volvió a sonreír, el realmente quería besa esa hermosa boca regordeta. El quería clavarse en ese hermoso culo y no salir.

Vamos- dijo Jimin viendo que JungKook se había retrasado.

JungKook se adelanto y sin más lo beso. Sonrio y siguió caminando, dejando al pobre Jimin desconcertado y aun mas avergonzado.

Ok, que deberíamos ver- pregunto Jimin una vez en claro. El ruido del agua y los pájaros era mágico. Jimin pensó que, a él indudablemente le gustaba ese lugar.

Este lugar me fascina, ¿no crees que es mágico?- pregunto JungKook

Creo que has hecho una buena inversión- respondió el rubio sin mirar hacia donde el castaño estaba. Es que temía que se reflejara lo mucho que estaba siendo perturbado por el más alto. ¿Qué pasaba con él? El era un hombre práctico, el no se perturbaba con facilidad.

Me alegra mucho haber comprado la casa. Me alegra haberte conocido. Si no fuera por esta casa no estaríamos aquí.- JungKook se recostó sobre la piedra y miro a Jimin, mojándose los pies con la fría agua y con los zapatos en su mano. El creía realmente que Jimin si aprecia un Ángel.

Recuerda en realidad compraste esta casa por Taehyung.- respondió sonriendo Jimin. Tratando de sonar no muy interesado.

Taehyung fue el vehículo hacia ti.

Jimin suspiro. Esto era realmente una tontería debería regresar.

Sabes, regresemos- dijo en un loco impulso y se apresuro hacia el camino gradado.

JungKook lo siguió, sin saber por qué Jimin estaba corriendo, una necesidad perturbadora de salir del lugar invadió su cuerpo. Hasta que de repente, se tropezó con una parte de la grada que parecía sobresalir y cayo.

Al momento JungKook estaba ahí.

¿Te encuentras bien? ¿Qué paso?- pregunto JungKook mirando el raspón en los pantalones arremangados del rubio.

Estoy bien- dijo Jimin al tiempo que tomaba su tobillo que a esas altura estaba bastante hinchado.

Jimin casi se enloquece cuando JungKook lo tomo en sus brazos.

Estás loco, no soy una niñita- dijo Jimin enfurecido.

JungKook sonrió y antes de emprender el camino, tropezó también con el pedazo de grada sobresaliente, sacándolo del todo.

Algo brillo entre la tierra removida.

-¿Qué es eso?- Jimin señalo el objeto centellante.

JungKook dejo una vez más al rubio en el suelo y junto de entre la tierra removida de dónde se había salido la grada una caja de madera, con un gran candado que era lo que brillaba con la luz.

Llevemos lo a la casa, hay que verte ese tobillo.- dijo JungKook, tomando el objeto y sosteniendo a Jimin a la vez. Y condiciéndolo a ambos hacía la propiedad que se erguía majestuosa.