MAS ALLA DEL TIEMPO (KOOKMIN)

Parte 29

La muerte de Jaime

No voy a hacerlo Elena, no despediré a toda la gente que a ti no te agrada.- JungKook observaba la escena en tercera persona como suspendido en el aire.

La imagen de un hombre muy parecido a él, con ropas antiguas lo dejo sorprendido. Una bella mujer rubia de cabello ondulado y vestida con un ostentoso vestido, discutía con el otro hombre.

Dime realmente cuales motivos tienes para mantenerlo aquí. El tipo no hace nada. Nada JungKooko. ¿Explícame por qué no se va de la casa.?

No tengo por qué explicarte nada, Jaime no se va y Listo...

Prefieres acaso ¿que me vaya con los niños? Sabes el sacrificio que fue venir aquí, por tu loca idea de que en estas tierras seriamos felices. Y miro como me pagas...no te importamos acaso?

Elena estás diciendo tonterías, que tiene que ver esto con Jaime?

Todo, todo tiene que ver con Jaime y esa maldita forma que tiene de tratarlo...si no fuera un hombre...

Si no fuera un hombre que?

Podría pensar que es tu amante...- escupió la mujer estallando en llanto.

El hombre se aproximo a la mujer que a esas alturas estaba desconsolada y la rodeo con sus brazos.

¿Ya no me amas?- preguntó.

El hombre no respondió.

Como desvanecida por un viento la imagen cambio. Ahora era la mujer entre unos árboles y la persona que la acompañaba era igual a Jimin, pero con el cabello largo.

El muchacho rubio estaba siendo sostenido por dos hombres corpulentos que lo tenias de sus brazos.

...yo soy la mujer de JungKooko y tú debes hacer lo que digo...si te digo que debes contar cada piedra de este lugar lo harás porque soy quien te da de comer, entiendes?- el muchacho se veía asustado y al borde de las lagrimas.

No respondió. Los hombres le dieron un par de golpes y lo tiraron al piso.

Otra vez la imagen cambiaba. Ahora la mujer en la cocina de la casa hablando con las sirvientas que eran tres mujeres negras bastante caderonas y de labios gruesos.

Todo lo que no me digan a mí se lo están ocultadnos al patrón- dijo la mujer rubio Elena.

Señora –dijo una de las mujeres sin mirar al rostro a la otra- no vimos nada de verdad, no nos despida-

No les creo, ustedes están aquí desde hace mas tiempo que yo, díganme, que hace Jaime aquí?

Ninguna de las mujeres respondió y todas se mantenían mirando el piso.

Elena se levanto de golpe de la silla donde se encontraba y agarro de los pelos a la más joven de las tres. Arrojándola al suelo.

¿Esto es lo que quieren? ¿ser castigadas? Soy la dueña de esta casa...- grito la mujer

Cuando levanto la mano para dar un golpe a la mujer que se mantenía en el piso, una de las otras comenzó.

Ellos son amantes...- la mujer se sentó absorta en la silla, no podía comprenderlo realmente, ella sospechaba que algo ocurría. Pero... su marido, el padre de sus hijos, amante de un hombre...no podía ser cierto...cosa tan aberrante no podía ocurrir...ella, debía hacer algo.

La imagen de nuevo se disolvía y una nueva imagen apareció...

El hermoso rubio siendo golpeado por varios hombres corpulentos. Maltrecho y mal herido lo ataron a un árbol. Elena apareció junto a un par de hombres más...

Uno de los hombres acaricio el bello rostro golpeado del rubio y Elena supo que también deseaba al hombre de cabello rubio. Elena sintió asco, repulsión...

Ya no quiero verlo...- dijo saliendo del lugar.

Uno de los hombres comenzó a sacar su miembro casi duro, mientras otro desgarraba las telas de la ropa del rubio.

Los ojos llenos de miedo de Jaime estaban acabando con JungKook.

La imagen cambio una vez más...

El hombre que se parecía a él, corría por el camino de grada, JungKook podía percibir la desesperación que sentía el otro...era un dolor oprimente, una sensación de grito ahogado.

Atravesó el claro y prosiguió hacia los viñedos que lo llevarían al árbol, a su árbol.

Jaime colgaba de una rama, con sus brazos atados y descolocados aparentemente de sus hombros. El cuerpo estaba desnudo y completamente ensangrentado. Por los rastros de violencia visible, JungKooko supo que había sido violado, el no comprendía tal salvajismo, el no entendía como alguien podía hacerle algo asi a su amado ángel...no, no, noooo....su ángel estaba muerto.

El aire no circulaba a sus pulmones, sus oídos silbaban, el desgarrador dolor extendiéndose por todo su cuerpo...

Corrió hacia el cadáver que colgaba de la rama y con la mirada nublada por las lágrimas lo soltó para dejarlo caer en sus brazos.

JungKook, JungKook..- Jimin lo sacudía para poder despertarlo.

JungKook estaba bañado en lágrima y el dolor persistía en su pecho.

Cuando abrió los ojos, la curiosa mirada de Jimin lo recibió.

El castaño se abalanzo sobre el otro hombre y lo presiono en su pecho, todavía llorando ruidosamente. Jimin no dijo nada y lo recibió. Permanecieron asi un momento hasta que el castaño fue calmándose paulatinamente.

¿Quieres decirme que sucede?- pregunto Jimin sin entender que pasaba

Creo que se cómo murió Jaime, el amante de JungKooko el dueño del cuaderno- respondió JungKook todavía sobre el hombro de Jimin.

¿Cómo murió?- pregunto el rubio en un susurro suave.

Fue golpeado y violado por unos matones enviados por la mujer de JungKooko...Elena. – JungKook se alejo y quedo cara a cara con el rubio- fue una sensación horrible, la desesperación, el miedo, la impotencia. No quiero perderte- dijo cayendo nuevamente sobre el hombro del más delgado y volviendo a cae en llantos.

Jimin no entendía porque, pero apretó su agarre, el llanto de JungKook lo estaba conmoviendo. Lo que había contado era terrible y si no fuera porque el también había experimentado situaciones similares, pensaría que el tipo estaba loco...pero no, él sabía que decía la verdad.

La esposa del hombre había mandado a matar a Jaime. No era de extrañarse. La imagen le hizo dar calosfríos, el también sentía ganas de llorar...