Parte 24

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Yo soy tu, tu eres yo.

Jimin no hizo cuestionamientos cuando JungKook los condujo a ambos a la habitación, fuera aun se sentía el sonido del viento y la lluvia que no cesaban.

Tampoco era como si pudiera pasar la noche, en una inmensa habitación en una lúgubre casa fantasmagórica, solo.

JungKook coloco la vela en el antiguo fanal y la luz mermo. Jimin no podía apartar sus ojos del castaño, el tipo era realmente hermoso y él se sentía caliente desde su paseo en brazos.

JungKook pareció percibir sus pensamientos, se dirigió hacia donde Jimin estaba sentada.

¿Cómo está tu tobillo? – pregunto arrodillándose para tomar el píe en la penumbra.

Jimin lo seguía observando cómo hipnotizado por esos hermosos orbes negros.

JungKook toco levemente la zona que ya estaba deshinchándose. Acaricio la piel sobre la lesión y continúo un poco más arriba.

Jimin sentía la urgente necesidad de ser besado y no quiso esperar más. Tomo el rostro de JungKook entre sus manos y se aventuro a sus labios.

Las lenguas se saludaron gustosas de volver a bailar la caliente y húmeda danza que tanto gustaba.

Cuando Jimin se sintió mareado por la falta de aire y la caliente excitación, JungKook, aprovecho su ventaja y lo abordo sobre la cama.

El pesado cuerpo del castaño, se sintió perfecto sobre el de Jimin, el rubio estaba fascinado con la presión de este sobre la cama y su masculinidad lloraba de felicidad. El aroma, el calor, la apremiante necesidad de ser poseído, fuerte y rápido.

JungKook como saboreando un dulce manjar, rego besos donde la piel se dejaba ver. Cuando ya no fue suficiente, comenzó a desnudar al hermoso hombre bajo el, lentamente, probando cada parte, cada rincón de ese sublime cuerpo, que se ofrecía solo para él.

Una vez que no quedaba nada cubriendo a Jimin, JungKook se retiro para mirar. La angelical figura y pensó que si JungKooko había visto de la misma manera a Jaime, el podía entender lo perdido que se sentía y lo abrumadora que era la inexplicable sensación de querer poseérselo, de querer tomarlo, y fundirse en ese angelical hombre.

El miembro de Jimin saltaba por atención. JungKook no dudo un momento en saborear tal delicioso manjar, y lo tomo en su boca, lo engullo, lo lamio y succiono tan apasionadamente, como excitado se sentía. Ver a Jimin retorcerse y escuchar sus pequeños gemidos de placer estaba acabando con su cordura.

Humedeció sus dedos con saliva y los hundió en el rugoso orificio que palpitaba por ser hurgado.

JungKook quería hincarse en ese mismo momento, pero primero debía evitar el dolor. Estiro el apretado musculo, lo más rápido que pudo, conteniendo su necesidad imperiosa de meterse en el.

Necesito más- jadeo Jimin.

JungKook no dudo. Se paro abrió su cremallera saco el duro falo que chorreaba liquido trasparente y separo las piernas del rubio lo mejor que pudo antes de alinearse y hundir su erguido trozo de carne en la caliente hendidura.

Jimin lloriqueaba de gusto, JungKook estaba en el cielo.

La unión parecía desesperada, las piernas de Jimin envolvieron a JungKook empujado y acompañando el movimiento, mientras JungKook presionaba más y más sobre la cama.

Los sentidos de Jimin estaban como locos, su piel áspera con la ropa de JungKook, su miembro choreando sobre el abdomen firme del castaño. El no duraría, el necesitaba estallar.

MAS ALLA DEL TIEMPO (KOOKMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora