¿Destino o casualidad? [YOONSEOK/SOPE]

17. Fiesta y gente no deseada

Yoongi suspira cansado una vez más dentro del auto y sus padres le regresan a ver con el ceño fruncido. –Ya basta. Cada que suspiras me quitas el buen humor- Yoongi mira a su madre y vuelve a suspirar.

-No eres un niño, Yoongi. Es suficiente- la gruesa voz de su padre se escucha.

-Sé que no soy un niño y por eso es que ustedes deberían respetar mis decisiones.

-Cuando tengas tu propio dinero y vivas lejos dejaremos de opinar sobre tu vida. Mientras vivas con nosotros debes hacernos caso porque es la manera en que pagas todo lo que te damos- la señora Min le mira con una sonrisa y el silencio vuelve al auto.

-Vamos tarde por tu culpa, si no hubieses manchado tu traje a propósito ya hubiésemos estado allí con los invitados.

-Fue un error. Ya lo dije. Solo quería un poco de soda.

-Te vi agitarla antes de abrirla- dice el señor y Yoongi se queda en silencio porque era cierto, lo hizo a propósito. El auto se detiene y el chofer les avisa que llegaron por lo que bajan y Yoongi suspira otra vez al ver el enorme edificio iluminado y con personas fuera de este.

Yoongi saluda educadamente a las personas que se acercan y a las que saludan a sus padres.

-¿Él es tu hijo?- un señor de ya avanzada edad le señala mientras mira a su progenitor.

-Así es. Él es Yoongi el futuro director y dueño del gran imperio.

-Es muy guapo y tiene un aura demandante. Podrás conseguirle una buena mujer- Yoongi frunce el ceño y mira al señor de pies a cabeza.

-Le agradezco su halago, pero mi vida amorosa nada tiene que ver con mis padres o el resto de personas. Si me disculpa- Yoongi da una leve reverencia y se adentra al edificio donde se celebra algo que no sabe ni le interesa saber.

Mira a las personas moverse por el lugar con trajes y vestidos elegantes. <<Patéticos>> piensa antes de tomar una copa de champan y dirigirse hacia una mesa de bocaditos. Odiaba aparentar una sonrisa y que alguien le agradaba pero si no lo hacía se podría ganar algunos enemigos que estarían en su contra en cualquier momento.

Yoongi ve a sus padres ingresar e ignora su mirada enojada por haber hablado de esa manera con aquel anciano. Pero poco le importaba. –Eres un maldito inútil. Ni para esto sirves, basura.

Yoongi casi se atraganta con su bebida al escuchar eso y busca el lugar del que provino. Yoongi levanta una ceja al ver a un hombre y una mujer acorralar a un mesero cerca del pasillo donde estaba él parado.

-Lo siento mucho, pero solo le estoy informando que lo que pide no está disponible en el menú.

-Me importa una mierda. Te dije que quería un vino del 95 no tu porquería de bebida que compraron en el supermercado- habla la chica y con su mano empuja bruscamente hacia un lado la cabeza del chico.

-Haré que te despidan por tu incompetencia. Si mi novia quiere el vino tú se lo das. Puedo destruirte por esta mierda, estúpido.

-Lo siento mucho, iré a buscarle el vino que desea.

-No es necesario que lo hagas- Yoongi dice mientras se acerca a las tres personas. –Si no es parte del menú no debes pedirlo. Ahora ambos se deben disculpar.

-Vete a la mierda y no te metas. ¿Quién te crees que eres?- dice el hombre con enojo y Yoongi sonríe.

-Baja tu tono si no quieres arrepentirte de esto. Quiero que se disculpen con él y se vayan de esta fiesta con su actitud de mierda.

-No me jodas, vete antes de que le diga a mi padre. Él es Lee Taejung y mi suegro es Kim Jihang, te podríamos aplastar si quisiéramos, así que vete a la mierda- dice la chica con una sonrisa.

-Nunca llego a pedir las cosas por tercera vez. Así que ustedes lo quisieron. Vengan luego a rogarme de rodillas. Chico ven conmigo- Yoongi mira al mesero y cuando él está a su lado le guía con una mano en su hombro. –Puedes seguir con tu trabajo, me disculpo en su nombre. No pienses que todos somos así.

-Gracias por ayudarme, pensé que iba a perder mi trabajo.

-Si es una fiesta de la familia Min no debes preocuparte por ello. Si alguien te vuelve a tratar mal solo dímelo y me encargaré de ello.

El mesero abre su boca en sorpresa y hace una reverencia para luego ir a la cocina. Nunca pensó que el chico que le ayudó era el hijo de los dueños de la empresa y sus jefes. Pero esperaba que hiciera pagar a aquella pareja por los insultos y el mal trato que le dieron.

Yoongi toma una copa de vino y bebe de ella luego de haber comido un bocadillo de camarón. Eso era lo único que le estaba manteniendo de humor y lejos de las personas odiosas llenas de intereses mezquinos. Yoongi prueba un bocadillo de pulpo y se sorprende de lo rico que es.

Sin importarle mucho su alrededor se dispuso a comer los aperitivos y beber de la nueva copa llena de vino. –No puedo creer que hayan dejado entrar a un hambriento a este lugar.

Yoongi mira al grupo de chicas que le miran y maldice porque son las típicas mujeres que viven mantenidas de sus padres y humillan al resto porque se pueden comprar una cartera Gucci. –Métanse en sus asuntos y déjenme comer tranquilo, hienas.

-Eres un vulgar, si solo vienes a comer es mejor que te vayas- habla una pelinegra y Yoongi se estaba cansando.

-¿Por qué no comer lo que hicieron para mí? Ahora largo, arpías vulgares.

-Eres un cretino, estúpido.

-Y tú una rubia operada y llena de plástico. Ustedes cuatro tienen mierda en el cerebro. Ahora largo antes de que las eche.

Vio a las chicas ofenderse y enojarse mucho. Una de ellas iba a decir algo pero la una voz femenina en el micrófono llamó la atención de todos y Yoongi continuó comiendo porque poco le importaba quien hablara.

-Es un gusto que estén todos presentes en esta fiesta de nuestra empresa. Hoy es un día muy especial porque llegarán a conocer a los herederos legítimos de este gran imperio, por fin están juntos en este lugar y podrán conocerlos como sus futuros jefes. Min Yoongi y Jung Hoseok.

Yoongi siente tensarse su cuerpo y cuando iba a dar media vuelta al escuchar las palabras de su madre dos guardaespaldas le tomaron de sus brazos y lo llevaron hacia su madre. Maldita sea, sabía que debió haberse quedado en casa sin importarle los castigos que le esperaban.