Capítulo 20

898 86 5
                                    

¿Qué demonios hice? No puede ser, lo besé, Dios mío...

–A este imbécil lo besaste hace segundos– Acomodaba su cabello, aunque no lo lograba ya que lo despeine totalmente, se veía diferente, sus ojos brillaban más que nunca.

–Erwin... Hablaremos de eso después– Conteste sintiendo mi corazón palpitar agitadamente, me costaba entender que sucedió conmigo hace unos segundos.

– ¿Puedes usar el equipo tridimensional? – Preguntó tocando la cortadura de mi cuello, su tacto sobre mí conseguía ponerme nervioso.

–Sí– Conteste apartándolo –Duele idiota– Invente una excusa creíble, la luz de la luna no ayudaban a que me tranquilice, su cabello despeinado le daba un toque especial a su rostro, lo hacían notar más atractivo ante mis ojos.

– ¿Vamos? – Preguntó rascándose la nuca muy nervioso junto a una pequeña sonrisa, la imagen que tenía ante mis ojos era perfecta, tal vez eran los efectos de alucinación los que producían que lo mire así, pero... Luego aclararía esto, sin pensarlo dos veces tome su camisa y lo jale hacia mí.

–No sé lo que me sucede contigo, pero quiero descubrirlo– Susurre volviendo a capturar sus labios, él correspondió segundos después y tomó mi rostro entre sus manos atrayéndome más hacia su boca, sentía su lengua devorarme, aunque él guion principal era mío ya que al separarnos su respiración estaba más agitada.

–Ya, Levi vamos– Dijo después de calmarse sin dejarme observarlo más a detalle, me tomó entre sus brazos y se lanzó conmigo de esa rama, yo me aferre a él apegando mi rostro a su cuello sintiendo el aroma que este hombre desprendía, es fabuloso, pronto sentí las ráfagas del viento atravesar mi piel, pero no tan fuertes gracias a su calor corporal.

– ¿Estas bien? – Pregunto parando el recorrido, creo que ya llegamos, voltee para observar que ya estábamos cerca de mi habitación, intente mantenerme de pie, pero el frío no dejaba que dé un paso, me dolía todo el cuerpo.

–La verdad no– Confesé pasando un brazo por su cuello para apoyarme en él.

–Te cargaré a tu habitación– Dijo intentando levantarme.

– ¡No! – Mi cuerpo reaccionó mal e hizo que me suelte de Erwin, casi caí al suelo de no ser por su reacción rápida de atraparme.

–Bien, entonces te ayudare a llegar– Dijo tomando mi brazo para pasarlo por su cuello, su otra mano tomó mi cintura y apoyándome en él llegamos a mi habitación.

– ¿Puedo entrar? – Pregunto frente a la puerta.

–Sí– Sin ayuda no llegaría hasta mi cama.

Por Ti...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora