Capítulo 40

708 66 26
                                    

"Antes de que te preocupes por mí te aviso que fui a la reunión con el Comandante, no te desperté ya que te veías cansado... Volveré para el almuerzo, te quiero. Atte. Erwin Smith"

–Pero que tierno idiota...– Dije al terminar de leer la nota que me dejo "Te quiero" Son dos palabras con tanto significado que hasta ahora no entiendo como él las dice tan fácilmente, tampoco entiendo como yo pude confesarle que también lo quiero... Es verdad, llegue a sentir mucho afecto por él, no podría continuar mi vida sin él, me atrae físicamente como emocionalmente, me gusta su voz, su mirada, su forma de ser conmigo, me costó mucho darme cuenta de ello, pero tengo que aceptarlo, estoy enamorado de él.

– ¿Levi? – Escuche su voz entrando a mi habitación –Despertaste– Dijo sonriendo con una bandeja en sus manos.

– ¿Qué hora es? – Pregunte al ver que traía un plato lleno de sopa.

–La 1 de la tarde, no pude despertarte para que el desayuno ya que me diste una patada y preferí no insistir– Contesto colocando la bandeja sobre la mesa.

– ¿Ya acabo tu reunión? – Pregunte siguiéndolo con la mirada.

–Aún no, pero pedí permiso para almorzar en mi habitación– Sacó una camisa –Póntela– Me quite lentamente la camisa que traía, mis brazos dolían un poco al moverlos.

–Erwin deja de mirarme así– Me incomoda que se quede observando fijamente mi rostro o mi cuerpo.

– ¿Puedo besarte? – Acercó su rostro al mío, pero se detuvo a escasos centímetros de que nuestros labios se tocaran.

–Imbécil...– Acorte la distancia que había entre ambos capturando sus labios mientras acariciaba su rostro –Tú puedes hacerlo sin necesidad de preguntar– Dije uniendo nuestras frentes mientras calmaba mi respiración.

–Sólo yo ¿verdad? – Dijo volviendo a hacerlo, sentí su mano adentrarse dentro mi camiseta dejándola sobre mi cintura, acercó su cuerpo más al mío apegándonos uno al otro –Te quiero– Se abrazó a mí después de separarnos de un beso que me dejo sin aliento.

–Almorzaras conmigo... ¿Verdad? – Pregunte nervioso por sus dos últimas palabras.

–Claro, pedí permiso para pasar tiempo contigo– Su respuesta fue inesperada –Espera, olvide traer mi almuerzo– Salió rápidamente de mi habitación.

Pasó un corto tiempo y él volvió cargando... ¿Ropa? – ¿Qué traes ahí? – Pregunte viendo como la acomoda junto a la mía.

–Camisas, pantalones y ropa interior, la necesito para poder venir a dormir seguido aquí– Espere a que termine de acomodarla para preguntar una duda que tengo –Puedes utilizar mis camisas para dormir si me extrañas algún momento– Me la aclaró.

Por Ti...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora