Capítulo 32

717 79 11
                                    

–Erwin ¿qué haces aquí? – Ni siquiera respondió mi pregunta hasta estar dentro mi habitación.

–No puedo dormir– Dijo quitándose de una manera sexi su camisa.

–Es más de media noche y se te ocurre venir– Cerré la puerta con seguro.

–Dormí dos días seguidos contigo, uno más no hace diferencia– Se metió a mi cama sin pedirme permiso.

–Fuera, sal de mi habitación– Cruce mis brazos esperando muy en el fondo que no obedezca mi orden.

–No y buenas noches– Volteo abrazando mi almohada –Entra de una vez, ambos sabemos que te gusta dormir conmigo– Que cínico.

–Claro, no sabes cómo me encanta dormir abrazado a una estufa humana– Mi sarcasmo no hizo efecto ya que él volteo y sonriendo hizo palmaditas sobre la cama pidiéndome con esa acción que vaya a su lado.

Tengo sueño y él me despertó a media noche, así que no tuve más opciones que ir después de apagar la lámpara –Deja de apretarme– Después de entrar a su lado él se abrazó a mí de una manera que no conseguía dormir por la presión junto al calor que sentía.

–Date la vuelta– Contestó metiendo su mano dentro mi camiseta acariciando mi abdomen –Levi... Voltea– Pidió besando mi cuello.

– ¿Qué quieres? – Pregunte girando, él sonrió y con sus manos aún dentro mi camiseta comenzó a acariciar mi espalda – ¿Qué haces? – Pregunte mirando sus ojos.

–Nada– Una vez que apego su cuerpo al mío se dedicó a mirarme – ¿Por qué en todo el día me evitaste? – Pregunto mirando fijamente mis ojos.

–No te evite, estaba entrenando– Subió lentamente una mano acariciando suavemente mi espalda.

–No mientas, después de besarnos en mi oficina te fuiste sin ninguna explicación y en todo el día no dejaste que me acerque a ti. ¿Por qué? – Que extraño suena "besarnos" nunca pensé hacerlo con nadie, ni siquiera me pasaba la idea por la cabeza besar a alguien, pero este idiota me corrompió, hizo que caiga ante él sin darme cuenta – ¿Fue por mi confesión...? – No me dejo responder –Lo siento, simplemente aún no es tiempo. Te deseo, pero tampoco te obligare a nada, solo... Déjame tocarte...– Acerco su rostro al mío mientras seguía acariciando mi espalda, subiendo y bajando lentamente –Déjame sentirte...– Rozo nuestras narices dejándonos así, uno cerca del otro –Déjame amart...– Uní nuestros labios sin dejar que termine su oración, sabía lo que diría en ese momento, pero no. Siempre que alguien llega a sentir algo por mí termina dejándome solo, no quiero que esta vez suceda lo mismo, Erwin se convirtió en alguien muy importante para mí, no soportaría perderlo, no a él...

Por Ti...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora