Capítulo 9

982 91 4
                                    

–Que idiota es– Dije para mí mismo mientras cabalgaba recordando como Erwin se había acercado invadiendo mi preciado espacio personal.

– ¿Dijiste algo? – Gire para encontrar a una mujer con lentes y coleta que se acercó hacia mí.

–No– Conteste fríamente.

–Que amargado eres, por cierto, soy Hange Zoe– Miré al frente intentando ignorarla – ¡Oye! ¡Erwin! Acércate– Al escuchar ese nombre lo busque inconscientemente de reojo.

– ¿Para qué? – Pregunto él acomodándose a su lado.

– ¿Por qué este chico nuevo es tan serio? – Tenía su mirada sobre mí.

–Así es su carácter– Contesto él. –Idiota– Pensé volviendo a mirar al frente.

– ¿Puedo provocarlo? – Pregunto Hange esperando una afirmación.

–No– Contesto Erwin rápidamente.

– ¿Por qué no? Sería más fácil provocarlo a él antes que a ti– Dijo Hange que al notar la mirada de enemistad de ambos se adelantó.

–No creo que te enfades fácilmente– Dijo Erwin ubicándose a mi lado – ¿O sí Ackerman? – Pregunto con voz divertida.

–Inténtalo si quieres morir– Conteste cortantemente sin dejar de mirar al frente, aunque costaba no mirarlo de reojo.

–Creo que le daré permiso a Hange de molestarte, ya que a partir de hoy tú estás a mi cargo– No respondí nada, sólo lo ignore, aunque no pude evitar mirarlo de reojo notando como las ráfagas del viento lo despeinaban un poco, sus ojos relucían creando una imagen distinta de él, aunque creo una duda en mí, a que se refería al decir que ahora estoy a su cargo, supongo que al morir mi antiguo "Líder de Escuadrón" me pondrían a otro.

Después de llegar a las murallas volví al lugar donde tiempo antes estuve con mis amigos, me gustaba mirar el cielo a solas en lo alto de esa muralla, me senté ahí recordando todo lo que habíamos pasado juntos hasta el momento en que los perdí –Nunca debí aceptar– Me recrimine a mí mismo.

Contemplaba las estrellas pensando en la razón por la que acepte seguir en la Legión de Reconocimiento, no tenía caso estar aquí, aunque era mejor que estar atrapado bajo tierra, no encontraba una respuesta sensata a las preguntas en mi cabeza.

O tal vez no le agradaba la persona que venía a su mente en ese instante...

Por Ti...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora