Por Ti...

Capítulo 31

–Ackerman, acompáñeme a mi oficina– Por la mirada de preocupación de Erwin lo seguí.

– ¿Qué sucede? – Pregunte cerrando la puerta.

– ¿En serio planeas ser Capitán? – Asentí caminando hacia el asiento frente a su mesa –Sabes que tendrás que enfrentar nuevamente a Mike ¿verdad? – Me senté cruzando mis piernas.

–Claro que lo sé, es lo que deseo– Erwin se apoyó en el escritorio frente mío –Quiero volver a enfrentarlo frente a frente para vencerlo, también quiero cumplir mi parte del trato que hicimos, yo te dije que seré el Capitán de la Legión y planeo cumplir esa promesa– Me levante para retirarme –Erwin no quiero que hagas nada para detenerme, sé el peligro que afrontare fuera de estas murallas, no es necesario que me protejas, puedo hacerlo solo– Asintió lentamente analizando mis palabras.

–Espera, dime ¿sigues enojado? – Ignore su pregunta y abrí la puerta –Levi lo siento– Él la cerró he hizo que gire para escucharlo –No pude controlarme– Llevo su mano a mi rostro –No sé qué sucedió– Bajo su mano lentamente acariciando mi mejilla, hasta llegar donde dejó su marca –Pero...– Acercó su rostro al mío –Lo volvería a hacer– Unió nuestros labios, no correspondí, pero intenté alejarlo, fue inútil ya que él tomó mi cintura y me apego a su cuerpo.

–Erw...– No dejo que lo separe ya que metió su lengua dentro mi boca intensificando el beso... Mi cuerpo me traicionó y termine acariciando su cabello mientras lo atraía más hacia mí, al final fui yo quien termino besándolo.

–Tomare este beso como una señal de que me perdonaste– Dijo sonriendo mientras unía nuestras frentes.

–Imbécil– Me apoye en él recuperando la respiración.

–Tranquilo, no se nota– Acarició la marca que dejó –Además es una prueba de que te deseo– Una fuerte corriente recorrió todo mi cuerpo.

–Erwin...– Susurre ocultando mi rostro entre la abertura que hay entre cuello y su hombro, esa sensación que recorría mi cuerpo cuando estaba con él se intensificaba cada segundo.

–Levi... Te deseo...– Sentí su respiración en mi nuca –No sabes cuánto...– Susurro besando esa parte.

–Cálmate...– Gire mi rostro con la intención de besarlo, él igual lo hizo causando que rocen nuestras narices, el tenerlo tan cerca apegándome a su cuerpo causaba que mi verdadero yo se liberará, sin poder evitarlo capture nuevamente sus labios, si alguien deseaba más al otro, era yo, que no conseguía controlarme estando cerca de él, siempre terminaba devorando su boca, sintiendo nuevamente el sabor de sus labios contra los míos.