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Estaba frente a ella. Su vivo retrato, aunque con algunas arrugas adicionales. Menor estatura. Mayor contextura física. Cabellos blancos adornaban algunos contados de aquellos que solían ser castaños.

La madre de YeJi estaba allí, de pie a mi costado. Mordía levemente su labio inferior, mientras que con su mano derecha acariciaba la muñeca del brazo contrario. El ambiente estaba tenso, demasiado tenso. Peor que en un funeral diría yo. Ella estaba nerviosa, preocupada. Angustiada. Esa era la palabra correcta para la facie que poseía aquel rostro blanquecino de porcelana.

Park Seonghwa, médico oncólogo de profesión y uno de los más jóvenes en su rubro dentro de este recinto hospitalario, los había citado aquella mañana a su box de consulta. Algo malo debía de suceder con su princesa, con su amor. Su YeJi.

A pesar del poco tiempo que llevábamos, admitía que estaba locamente enamorado de ella. Era un persona singular, única y especial. Era mi todo. Pero, en este preciso momento, sentía mis manos sudar y mi corazón latir a mil por hora. Tenía un mal presentimiento. Y creo, que no era el único que estaba en aquel estado, puesto que frente a nosotros dos, WooYoung, estaba en un peor estado. Sus ojos estaban vidriosos y desorbitados producto de las lágrimas que debían de acumularse allí, en aquellos lagrimales tras el paso de las horas.

WooYoung y YeJi eran muy cercanos. No es porque fuesen hermanos, sino que tenían otra relación, una relación muy particular que los identificaba del resto. Eran amigos. Se apoyaban y se daban la mano en cada momento, no tan sólo en aquellos malos, sino que en los buenos, en los alegres, llenos de sonrisas o por el contrario, los que se sumian en una profunda tristeza, decepción o enojo.

Y sé, que si algo le llegase a suceder a YeJi, WooYoung serían quien más sufriría dentro de su familia.

De pronto, sentí que el oxígeno de mi cuerpo se extinguía a lo largo de mi cuerpo. No podía respirar. Sentía mi cuerpo pesar y mi garganta secarse. Un nudo se desarrolló a lo largo de esta.

¿La causa?
Park Seonghwa.

A paso lento, se acercó hacia nosotros. La madre de YeJi comenzó a mover sus dedos de un lado a otro a lo largo de su brazo. Se pellizcaba este. La pálida piel estaba adquiriendo un tono rojizo. Rojo escarlata. Rojo pasión dolor.
Estaba nerviosa. Preocupada. Angustiada.

Un sin fin de emociones debían de dominar el organismo de ella. WooYoung se puso de pie, para movilizarse hacia el costado de su madre. Pasó sus brazos alrededor de los hombros de esta, en señal de apoyo.

-Sra. Jung- su voz fría resonó por todo el pasillo. Blanco y crudo.

-Dr. Park ¿a qué se debe su llamada inesperada? ¿Sucede algo con mi hija?

-Vamos a mi oficina y hablaremos sobre ello ¿aceptará que Choi San estén junto a nosotros o tiene algún problema con ello? - su mirada despectiva recorrió mi contextura de pies a cabeza.

-No tengo problema, él... Él es el novio de YeJi.

Unos pasos más allá, con su mano derecha el primero rodó la perilla de aquella puerta azulada con el número 21. Su box de consulta.
Un olor a medicina y alcohol inundaba aquel sitio. Típico de hospital, salvo mi consulta, no tenía aquel particular aroma.

Sentándose en el asiento tras la oficina, le indicó a WooYoung y a la madre este sentarse. Yo por mi parte, estaba de pie, detrás de ambos integrantes de la familia Jung.
Entre sus manos, tomó una carpeta de tono crema. Supongo que era la ficha clínica de YeJi. Comenzó a revisar esta, con una lentitud que hasta a mi, me tenía enloquecido.

YOU (Choi San, ATEEZ).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora