The Liar Wolf [Teen Wolf]

XVII

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El rubio observó a su amiga dormir. Le había costado convencerla de volver a pasar la noche en su casa, pues ella quería ir a buscar a su tío, pero finalmente logró hacerle entender que la policía los estaba buscando a los dos y era mejor que se mantenga fuera de las calles un tiempo, al menos hasta que su herida se cure. Era una ventaja que sus padres nunca entraran a su habitación.

Madelaine dormía tranquilamente, con su cabello color jengibre sobre la almohada y sus manos aferrando la de Jackson contra su pecho. Era increíble que esa chica había estado a punto de morir hacía menos de dos días y ahora dormía como si nada, cuando él no podía ni siquiera cerrar los ojos porque temía que aquella cosa volviera por ellos. Constantemente recordaba el miedo que habían sentido, los ruidos extraños y aquel dolor que sintió en su nuca minutos antes de que la policía llegara

Decidió acostarse al lado de Madelaine, con su pecho a apenas centímetros de su espalda. Incluso aunque no quisiera hacerlo no tenía otra opción porque la pelirroja sostenía con mucha fuerza su mano y él no quería despertarla. Alejó su cabello de la almohada y se aseguró de taparla. Madelaine soltó su mano, se dio vuelta y acomodó su cara en el cuello del contrario. Jackson se preguntó mentalmente quién creería que esa chica podría hacerle daño a alguien.

Suspiró y se alejó un poco de la chica para tomar su teléfono que estaba en la mesa de luz para mandarle un mensaje a su novia. Si Madelaine se enteraba de lo que haría a continuación, probablemente lo golpearía considerando lo cercanas que Lydia y ella se habían hecho. Eso, en otras circunstancias. Ahora Lydia la había lastimado al desconfiar de ella, Madelaine no hablaba de ella ni de los demás desde que se había metido a su habitación buscando su ayuda y él tampoco había sacado el tema.

La herida de la pelirroja se estaba curando notablemente. No le había preguntado nada, pero eso definitivamente llamaba su atención, porque era... fuera de lo normal y no lograba entenderlo, al igual que no entendía las actitudes de McCall el día de su primer partido, las marcas que había dejado en su guante, las cuales coincidían ligeramente con la herida de Madelaine.

Lo que sea que McCall y Madelaine tenían... él también lo quería, y haría lo que fuera por conseguirlo.

Suspiró, pensando dos veces lo que haría a continuación, pues en parte le dolía usar a Madelaine, pero enseguida decidió avanzar. Buscó el número de McCall entre sus contactos.

"No llego a comprender cómo fue que la dejaste ir."

Recibió la respuesta minutos después.

"¿De quién hablas?"

"De Madelaine. Pero no te preocupes, estará bien conmigo. Una mujer tan perfecta como ella es demasiado para alguien como tú."

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