Madelaine Collins. Una de las chicas más populares de su escuela sin ni siquiera estar al tanto de eso. Era buena y tierna con todos, dispuesta a ayudar hasta a la persona que menos se lo merezca, pero esa era su manera de ocultar el vacío y el dolo...
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—SIENTO HABERTE MENTIDO —MURMURÉ CUANDO CERRÓ LAPUERTA DE SU HABITACIÓN. Tomé su mano entre las mías y la acaricié—. No quería meterte en este mundo, Scott. A ninguno de los dos. No es lindo. Es terrible, es peligroso. Todo este mundo... mató a mi familia. No quiero que eso te pase a ti.
—Está bien, Madi. No es necesario que me expliques —susurró y me acercó a él.
—Sí lo es. Te mentí toda la vida. Creía que te mantenía a salvo, pero no me di cuenta que manteniéndote en la ignorancia era más peligroso. Todo esto... es mi culpa —suspiré y me lancé a sus brazos con tanta fuerza que caímos a la cama, yo sobre él. Él sonrió y pasó un brazo por mi cintura. Dejé un beso sobre sus labios, pero enseguida fruncí el ceño y me alejé cuando él se tensó. Me di cuenta que el beso había estado fuera de lugar—. Realmente te gusta, ¿cierto?
—Madelaine, yo...
—No importa —negué—. Déjalo. Será mejor que me vaya.
Antes de que pueda irme, Scott me tomó otra vez de la mano y me tiró hacia él, atrapando mis labios en un beso tierno pero apasionado a la vez. Sonreí en medio del beso.
La licantropía le pegó fuerte. Aunque sigue siendo un cachorrito inocente.
Acaricié su mejilla cuando nos separamos y me acosté a su lado, para luego acurrucarme en su pecho y soltar un ronroneo que hizo a Scott reír.
Sabía que Allison le gustaba, y sabía que a Allison le gustaba él. Pero nunca de la misma manera en la que yo estaba enamorada de Scott. Porque sí, lo había admitido hacía mucho tiempo. Quería a Scott pero sabía muy bien que nunca lo iba a tener, así que simplemente lo abracé lo más fuerte que pude e inhalé su aroma, disfrutando los últimos momentos que tendría con él.
Porque lo sabía. Sabía que el sentimiento de desconfianza que tenía Scott por mí seguía ahí.
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—HOLA, PERDEDOR —DIJE,COLÁNDOME POR LA VENTANA DE STILES.
Sí, aún me caía un poco mal, pero lastimosamente ahora Stiles también estaba involucrado en el mundo sobrenatural y necesitaba enterarse de algunas cosas.
Además de que estaba aburrida y no tenía más amigos para pasar el rato. Lydia podría ser una opción, pero aún no estaba muy segura de sus verdaderas intenciones de su amistad conmigo, así que elegí a Stiles.
—¿Qué quieres? —preguntó brusco.
Al parecer alguien sigue enojado por lo que pasó.
—Mira, sé que estás enojado por no decir la verdad, pero te diré lo mismo que le dije a Scott. Este mundo es peligroso y yo solo intentaba mantenerlos lo más alejados posible. Estaba tratando de protegerlos, ¿bien? —expliqué molesta—. Venía a explicarte algunas cosas, pero ya da igual, olvídalo.