Me encontraba desayunando en la oficina, así que decidí llamar a Johan.
Yo sabía que a las nueve tenía su descanso, era la hora adecuada del día para platicar.
Decidí llamarlo porque tenía más ganas de escuchar su voz, consideraba a los mensajes de texto como un canal poco efectivo para las conversaciones profundas o prolongadas.
«El teléfono comenzó a vibrar»
-¿Ale? -Atendió a la llamada.
-Cariño, perdona por interrumpir tu desayuno -Era inoportuna, pero necesaria. -Te envié un archivo a tu correo, revísalo y me das tu opinión...Besos.
Directa, así debía de ser, que lo piense y me responda...
-Claro, ahora lo reviso, no he tenido tiempo de nada. Te veo en la casa, te amo - Colgó.
Solo me quedaba esperar su respuesta, le había enviado una tabla con un listado de experiencias nuevas para nosotros y lo que podríamos hacer con los juguetes.
Estaba todo muy claro, teníamos una gran variedad y muchas opciones que había investigado con anticipación.
- Tres tipos de vibradores diferentes
- Cuatro látigos de diferentes cuerdas y tamaños
- Dos anillos vibradores de diferente calidad
- Diez variedades de perfumes dulces con aromas
- Cuatro diferentes tipos de bolas chinas
- Cinco geles estimulantes con sabor
- Dos pares de antifaces gemelos de la época victoriana
- Dos vibradores para el punto G
- Una pintura corporal de fresa y champagne
- Tres aceites afrodisíacos
- Dos docenas de velas aromáticas
- Dos cremas para masaje de frambuesa
- Un bálsamo intensificador del orgasmo
- Tres variedades de esposas
- Un set de Striptease
- Un bote de lubricante de cereza
- Un libro de posiciones sexuales y sus orígenes
Así de pequeña era la lista, muchas cosas me intrigaban y quería usarlas lo antes posible, pero lo que más me emocionaba era que por fin podría comenzar esta nueva parte de mi vida.
¿Y el trió? ...
Ese pensamiento trajo a mí un vago recuerdo de la expresión de Johan cuando le mencione sobre el.
No sé si estaba segura de hacerlo, pero era mi limite.
Sí de algo estaba segura era de que con esa pequeña lista tenia recursos suficientes como para dos meses de buen sexo placentero.
Aunque en mi cabeza aún daba vueltas esa idea.
¿Acaso podría hacerlo, y de ser así, seria con otro hombre o con otra mujer?
Recordé la secundaria, toda mi vida escolar en Drogheda fue en escuelas solo para mujeres.
No era tan malo, y tenía sus beneficios, pero odiaba las largas filas para los baños y la constante competencia por ser la numero uno.
La mejor parte era cuando nos escondíamos a hablar sobre los chicos detrás de los baños.
La escuela de niños estaba sobre la misma calle, ahí dejaba a Lugh todas las mañanas, y también Darren estudiaba ahí.
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Encuentro insaciable
RomanceAleidis una joven tranquila y reservada durante toda su vida decide que es momento de cambiar, junto con su pareja se envuelven en una etapa muy prolífica para su vida sexual. Todo marchaba bien hasta que los juguetes y las posiciones nuevas se hic...