—Entonces, repíteme una vez más la última parte, ¿qué paso en el bosque exactamente?
—Ya se los he respondido, les he dicho todo con lujo de detalles, lo que paso en el bosque esa noche...
Los tres jóvenes se detuvieron repentinamente, parecían estar muy profundo en la densa vegetación.
—Creo que aquí estaremos a salvo —Indicó Valle.
—Bien comienza a hablar Valle, y no mientas por el amor de dios. —Señaló Aleidis.
Johan sabía que Valle no era de confianza, pero a estas alturas no habían entendido mucho, solo sabía que si su padre estaba implicado se corría un grave peligro.
Valle se tomó un segundo para respirar, apoyo la espalda en uno de los grandes robles que estaban en el bosque y trato de escoger sus palabras.
—Tienen que escucharme y confiar en mí.
—Yo no confió en ti, nunca más. —Expresó Johan.
La mirada de Johan buscaba señales de vida, cualquier persona que pudiera ayudarles ahora, pero sabía que en el bosque no rondarían buenas personas, la situación era complicada para ellos.
—Sí, lo sé. —Expresó Valle con cierto desánimo. —Pero soy la única que sabe lo que pasa, y es que todo es culpa de mi padre, quiere matar a Aleidis.
—¡¿Qué?! —Respondió rápido Johan. —Como que matarla, ¿Por qué querría eso? —Inquirió sujetando a Valle con fuerza de los hombros.
—Espera Johan, suéltala —Indicó Aleidis. —¿Por qué tu padre quiere matarme Valle? —Preguntó con tranquilidad.
—Es por culpa de Lugh, lo que pasa es que él se unió como uno de sus matones y falló en un trabajo que tuvo que ver con drogas y mucho dinero.
—¿Mi hermanito?
—Sí, lo que sé es que lo buscaban a él, pero para castigarle le pusieron precio a tu cabeza Aleidis, quieren matarte por eso.
Valle acaba de sentenciar a su propia amiga hace unos días, y por si fuera poco en ese momento en el bosque lejos de sincerarse le acababa de inventar la historia de su vida, una absurda mentira que solo un ser despreciable podría pensar.
Estaba jugando con la vida de Aleidis y además con los sentimientos de Lugh, era cínicamente una mujer terrible, vacía y sin remordimientos.
Aleidis se extrañó al escuchar lo que Valle dijo sobre su hermano, pero luego recordó que las últimas veces que estuvo con él andaba en malos pasos, sabía que tarde o temprano se metería en un tremendo problema.
Las lágrimas comenzaron a caer de sus mejillas y en su interior sabía que no podía hacer mucho, su hermano la había orillado a vivir ese peligro.
Debía huir en ese momento.
—Tranquila, todo estará bien. —Intentó Johan abrazarla.
—¡Suéltame! —Se apartó Aleidis. —Ya no sé qué creer, todos ustedes son unos mentirosos.
—Yo nunca quise que esto acabara así Aleidis, les recuerdo que fue Johan quien me embarazo.
Johan miró a ver a la rubia con desprecio. —Valle ya cállate...
Unos disparos se escucharon a unos metros, las balas comenzaron a impactarse con los árboles y en un segundo se vieron envueltos en un tiroteo.
—¡Cúbranse rápido! —Grito Johan detrás de un grueso roble. Sacó el arma de su pantalón y respondió al fuego, disparando hacia los matones.
ESTÁS LEYENDO
Encuentro insaciable
RomanceAleidis una joven tranquila y reservada durante toda su vida decide que es momento de cambiar, junto con su pareja se envuelven en una etapa muy prolífica para su vida sexual. Todo marchaba bien hasta que los juguetes y las posiciones nuevas se hic...