2º Juicio de Amor. Saga Hermosos Amores

CAPÍTULO 25

Universal...

Aquella noche Joseph había tenido mucho trabajo que le había encargado su jefe desde Alemania para trabajar desde la comodidad de su departamento en Halifax, pues se encontraban en detalles finales de un importante proyecto de gestión y mejoramiento de las instalaciones y el servicio de los hoteles. Él estaba al frente de todo, y aunque estuviese de vacaciones, debía continuar con la supervisión de todos los detalles.

Debido a esto, no había tenido tiempo de hablar con Bianca, y como sabía que ella se dormía después de las 11 de la noche, aun le daba tiempo de al menos darle las buenas noches. Es por eso que le marco una, dos, seis veces y no atendía las llamadas ni los mensajes, y eso comenzó a extrañarle, pues eran las 10:40 pm.

—Le llamare por última vez, si no me responde dejare de insistir — se dice a su mismo y vuelve a marcar.

—Joseph, hola soy Allison — le dice la teniente con un tono triste, cosa que no paso desapercibido para el chico.

—Allison... hola — responde con confusión el chico. — ¿Dónde está Bianca? ¿Por qué no me contesta el móvil? — cuestiona con curiosidad.

—Joseph, Bianca está en el hospital... — sin poder evitarlo Allison derrama unas lágrimas, le dolía mucho la situación de su amiga.

—¿Q... que...? — logro murmurar Joss levantándose se su lugar en un salto. — ¿En qué hospital está? — pregunta agarrando su cartera, las llaves del departamento y una chaqueta con rapidez.

—En el hospital "IWK Health Centre" — lee el letrero de atrás de recepción — En estos momentos está en quirófano — le dice con la voz quebrada.

—¿Dónde está Salomé? — sale del departamento y paga al primer taxi que ve a estar en la calle. Tapa un poco la bocina del móvil y le indica al chofer el nombre del hospital.

—Está en casa de los padres de Bianca, Grace, la señora que nos ayuda con los niños se quedó con todos los niños — responde mientras se limpia las lágrimas.

—Bien, voy en camino, nos vemos haya, adiós — sin esperar respuesta corta la llamada.

El auto sigue su camino y Joseph no puede contener su desesperación, su angustia y su inquietud por saber y ver como esta Bianca, la chica que quiere en su vida está en un hospital, en cirugía y sin saber que paso con ella.

Por otro lado, James va llegando al hospital y lo primero que hace es abrazar a su esposa, su rostro está escondido en el hueco de su cuello de él, mientras llora por la situación que están pasando.

—Tranquila cariño, todo va a estar bien — la consuela su esposo acariciando su espalda.

—Es una de mis mejores amigas, la conozco desde la hace más de 7 años, hemos pasado muchas cosas juntas, ella... ella... — el llanto apenas la deja hablar — Ella es más que mi amiga, es mi hermana, es mi familia — solloza con dolor — No quiero que nada malo le pase —se aferra más al cuerpo de su esposo.

—Lo sé cariño, lo sé... — acaricia su cabello — Todo estará bien, me encargare de que sea atendida por los mejores doctores, no me gusta verte así, Bianca es una mujer fuerte que va a luchar por su vida, ahora tiene una fuerte razón para vivir, ten por seguro que su amor por la pequeña Salomé es tan fuerte que la hará que se aferre a esta vida — susurra en su oído — Ella va a estar bien, primero Dios ella va a estar bien — se dedica a abrazarla con fuerza tratando de tranquilizar su llanto.

—Gracias... Gracias por estar aquí conmigo, por ser tan bueno no solo conmigo, sino también con los que amo, siempre cuidando de mí, de mis hijos, de mi familia y hasta de mis amigos, muchas gracias amor — la teniente sostiene las mejillas del empresario y lo besa con amor, pasión y lentitud.