2º Juicio de Amor. Saga Hermosos Amores

CAPÍTULO 6

¡Hola bellos girasolillos !

Espero que se encuentren bien.
Gracias por los que se toman el tiempo de leer esta historia, espero que le guste, si tiene alguna observación, sugerencia o algo parecido no duden en mandarme mensaje.

Y seguirme en mis redes sociales.

Aprovecho para informar que los días que he elegido para actualizar la historia son los: LUNES, JUEVES Y DOMINGO.

El horario puede variar, pero tengan por seguro que antes de las 11 pm el capítulo estará disponible.

Nuevamente ¡Gracias! ❤️✨🙏

Y ¡Disfruten el capítulo! ❤️✨💮

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 A la mañana siguiente...

20 mayo 2018...

El sonido de mi móvil me despierta de mi delicioso sueño, me encuentro cómodamente envuelta en las sábanas y la colcha de mi cómoda cama, sin ánimos de mover ni un solo músculo de mi cuerpo, por lo que dejo que el móvil siga sonando, en algún momento tendrá que dejar de hacerlo.

Cierro de nuevo los ojos tratando de conciliar el sueño otra vez, y al estar a un pelo de rana calva, de caer de nuevo en brazos del señor morfeo, el móvil vuelve a sonar, es la quinta vez que lo escucho sonar en tan solo diez minutos.

Quiero deducir que, debido a la insistencia, debe ser importante. Así que con pesadez saco mano de mi cómoda cama, o como yo le llamo, mi caliente cueva, y sin mirar, tanteo la mesilla de noche que está a mi derecha, para poder encontrar mi móvil, segundos después, logre encontrarlo así que lo agarre entre mis manos y sin abrir bien los ojos descolgué la llamada y me lleve el móvil a la oreja, no me percate de quien estaba llamando, solo me enfoque en contestar el móvil, me volví a encerrar en mi cueva.

—¿Hola? — dije al tener el móvil en mi oreja.

—Hola, cariño — la cariñosa voz de mi madre me hace sonreír al instante.

—Mamá... — alargue la palabra — Que alegría escuchar de ti, ¿Cómo estás? — pregunte de inmediato.

—Bien, mi niña — me quito las sábanas de mi cara — ¿Tú como estas, mi niña? — me pregunta de vuelta mi bella madre.

—Bien, mamá — me acomode en la cama quedando sentada en la misma — ¿Dónde está papá? — pregunte recargando mi espalda en la cabecera de la cama.

—Aquí estoy, princesa — a lo lejos escucho la voz de mi padre — ¿Cuándo vendrás a visitarnos? — me pregunta medio gritando al otro lado de la línea.

—Hola, papá —le respondo el saludo con alegría — Pronto me tendrán por haya, eso que ni que — les dije con alegría y una ligera diversión en la voz.

> Tal vez antes de lo que creen < — Quise decir.

—Eso espero, princesa — una sonrisa se forma en mis labios — ¿Qué tal te va en el trabajo, cariño? — pregunta mi padre.

—Bien, papá — doy un ligero suspiro. — Todo va normal, además de trabajar en la firma de abogados en lo que estoy, trabajo en la empresa del ahora esposo de Allison, digamos que soy su abogada, tanto personal, como de sus empresas y a decir verdad me esta yendo muy bien, gracias a Dios — les cuento mientras me miro el techo de mi habitación.

—Gracias a Dios, mi niña — esta vez habla mi madre — Le das nuestros saludos a Allison y su familia, buena a todas las chicas — la alegría en su voz es contagiosa para mí.